«Llevo 35 años de carrera y lo he hecho todo. Empecé como músico de sesión para otros artistas. Cuando era un adolescente ,llegó Toto pero, de hecho, fue como la prolongación de mi banda del instituto cuando tenía quince años. Luego he estado trabajando para otros artista y haciendo cosas mías. Grabé mi primer disco en solitario hace 23 años. He participado siempre en proyectos en paralelo muy interesantes. Una carrera muy divertida que realmente he disfrutado y es un honor el poder seguir haciéndolo todavía», afirma Steve Lukather, uno de los guitarristas más notorios de la historia del rock. Un músico que mezcla con cuidado estilo el blues, el rock, el funk... la melodía.

En solitario

Steve Lukather actúa hoy en la sala RockStar de Barakaldo. Presenta «All's well that ends well», un disco de ritmos medios donde se mezcla el rock, el AOR, el funk, las buenas melodías, los cuidados estribillos y los puntuales y efectivos solos Steve, poco preocupado por ser el más veloz, pero sí por componer con inspiración y grabar adecuadamente. «Todavía practico y trato de ser mejor, pero no el más rápido o el ganador. No me interesan las listas de los mejores, son subjetivas. Prefiero algo que salga de mi corazón, a mi manera», matiza.

Éste es su sexto álbum en solitario, que llega tras más de tres décadas de brega. Posiblemente con todo dicho y hecho, pero Lukather se reinventa con los mismos elementos de toda su carrera. Al fin y al cabo, en la música se trata de dar, sobre todo, con buenas canciones y «Darkness in my world», la mejor, «On my way home», la más pegadiza, «Can't look back», Don't say it's over», con su gran toque a los Genesis de los primeros ochenta, «Flash in the pan» o «Tumescent» son composiciones de muy sobria factura y con grandes posibilidades para el directo, a las que habrá que añadir algún éxito de Toto. Banda rota en 2008, pero que se reunía puntualmente el año pasado con el objetivo de reunir fondos para el miembro fundador Mike Porcaro, que sufre de una enfermedad terminal denominada E.L.A.

«Pasé un año bastante duro (2009). Perdí a mi madre, Dios bendiga su alma. Así que ya no tengo padres (vivos). Mi matrimonio se acabó, lo que ha sido muy difícil para mí, aunque ahora voy a tener otro hijo. Todo ha pasado muy rápido. La verdad es que la vida nunca es como te la esperas, así que escribí estas canciones hablando de mis sentimientos», comenta Steve, quien también afirma que está ilusionado y que ha puesto todo en su disco.