La agencia de medición de riesgos Moody's volvió a poner en duda ayer la solvencia del Estado español con una rebaja en la calificación de su deuda soberana horas antes de que el Banco de España hiciera públicas las necesidades de capital de bancos y cajas, y que el Congreso de los Diputados aprobara la reforma del sistema financiero.

Así, a primera hora de la mañana Moody's rebajaba de Aa1 a Aa2 la deuda española y le concedía una perspectiva negativa, a causa del enorme coste de la reestructuración financiera y del deficiente control que a su juicio el Gobierno español tiene sobre el déficit de las comunidades autónomas.

La agencia de ráting sitúa además entre 40.000 y 50.000 millones de euros el coste que el Estado tendrá que afrontar para capitalizar bancos y cajas, muy por encima de los 20.000 millones estimados por el Gobierno, tal y de los 15.000 millones que reveló ayer el Banco de España. De hecho, el Ministerio de Economía mostró sorpresa y malestar por el momento elegido por Moody's para anunciar la rebaja.

Por debajo de los emiratos

Por contra, la analista de Moody's, Kathrin Muehlbronner, justificó en declaraciones a Efe el momento escogido para el anuncio como una manera de no influir excesivamente en los mercados, ya que la semana que viene el Tesoro español tiene que hacer frente a dos emisiones de deuda, de letras a 12 y 18 meses y de obligaciones.

La rebaja, que sitúa al Estado español por debajo de Italia y países árabes como Kuwait, Qatar, o los Emiratos Árabes Unidos, tenía un efecto fulminante en la bolsa española, que mantenía una caída superior al 1,2 % a lo largo de toda la sesión y permanecía por debajo de los 10.500 puntos.