La alarma de una posible catástrofe nuclear no deja de crecer y las cotizaciones lo están pagando de forma inmediata. Se dejan al margen las consideraciones sobre el impacto del terremoto en la economía mundial, difícil de precisar todavía, y la solidez del crecimiento en Estados Unidos y Alemania. Es más, casi todas las informaciones insisten en dudar de la capacidad de las centrales niponas para superar los accidentes de las últimas horas. Por su parte, Moody´s completó un escenario pesimista al rebajar de golpe dos escalones a la deuda soberana de Portugal, lo que llevó de inmediato a especular con una nueva degradación del Estado español. Por tanto, si los primeros datos del terremoto apenas modificaron el comportamiento de los mercados de renta variable, las últimas noticias llegadas desde Japón se han convertido en las protagonistas de la semana. Todos los índices europeos respondieron con caídas. El Ibex perdió un 2,30%, y hoy saldrá desde los 10.092,60 puntos. Todavía mantiene una subida anual del 2,37%. Londres (-1,70%), Fráncfort (-2,01%) y París (-2,23%) sufrieron recortes similares. En lo que va de año el FTSE 100 baja un 5,11%, el Dax, un 5,79%, y el CAC 40, un 2,84%. En el Ibex, los peores fueron los bancos: BBVA retrocedió un 3,98%, Bankinter un 3,78%, Popular, un 3,38%, y Santander, un 3,24%. En frente, tan sólo tres valores, con Grifols (+1,15%) a la cabeza. En París, por segundo día consecutivo, no hubo alzas. ST Microelectronics y Renault, que cayeron más de un 4%, registraron los peores balances.