CRíTICA teatro
Abraza palabras
Carlos GIL
El Instituto Etxepare decidió hacer su presentación pública en un escenario. Textos de una treintena de autores, dichos por otros tantos actores, acompañados por música en directo, con los bailarines subrayando emociones, silencios, ritmos poéticos, en un espacio sencillo, pero activado por una iluminación eficaz, donde el blanco y el negro dominan como para que toda la luz sea la proporcionada por la palabra. Una palabra servida sin apenas intermediación; es decir, no hay adaptación dramática, simplemente la intención, la aportación de unas nuevas sensaciones, pero siempre de acompañamiento, sin darles más capas de interpretación que las palabras leídas ya contienen.
Palabras que abrazan; palabras abrazadas; palabras sentidas, muy literarias en ocasiones, que cuestan rodar por la escena, pero que con los ojos cerrados proporciona sensaciones, imágenes recreadas, que parten de las raíces, de la memoria, que atraviesan los tiempos, las generaciones y que aparecen hoy como parte de un ser y un estar en el mundo. Palabras soñadas y que inducen a la ensoñación, la mayoría en euskara, pero también en castellano.
Palabras que abrazan; palabras abrazadas; palabras sentidas, muy literarias en ocasiones, que cuestan rodar por la escena, pero que con los ojos cerrados proporciona sensaciones, imágenes recreadas, que parten de las raíces, de la memoria, que atraviesan los tiempos, las generaciones y que aparecen hoy como parte de un ser y un estar en el mundo. Palabras soñadas y que inducen a la ensoñación, la mayoría en euskara, pero también en castellano.
Cuando esas palabras son pensadas para la escena son directamente teatrales, funcionan de manera exuberante, llegan, apasionan, cobran significados envolventes. Cuando son fronterizas, dejan espacio para la recreación. Cuando son poéticas, su cadencia se enseñorea y cuando son narrativas, lucen en un bosque asilvestrado. Palabras para la esperanza, para el presente y el futuro, arropadas por un público receptivo con un espectáculo emotivo, cercano. Sin aspavientos.