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CRíTICA cine

«Torrente 4: Lethal Crisis»

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Mikel INSAUSTI

No he tenido ninguna prisa en comentar la cuarta entrega de la saga “Torrente”, porque quería conocer los resultados de la película en taquilla. Es una forma de reconocer que quien manda a la hora de juzgar la comedia popular son los espectadores y la masiva respuesta que ha tenido “Torrente 4: Lethal Crisis” en la gran cantidad de salas donde se ha proyectado habla por sí sola. En los foros y paneles de la crítica también consigue el aprobado general, así que no seré yo quien dé la nota suspendiéndola. Ahora bien, sí me atrevo a suspender a Santiago Segura a título personal, ya que ni se ha molestado en escribir un guión o crear nuevos gags para su conocido personaje, que se repite a sí mismo, tal como era de esperar. El espectáculo lo salva el equipo técnico, con unas secuencias de acción muy bien filmadas, con una ambientación que ya quisiera “Biutiful” en la recreación de los ambientes marginales golpeados por la crisis de la que habla el título, junto con el diseño de unos títulos de crédito que parodian divertidamente la estética bondiana en su reverso de intencionado «cutre-lux».

Alguien me podrá decir que es mérito de Santiago Segura saberse rodear de colaboradores profesionales capaces de asegurarle el buen rendimiento de su producto, pero no lo tengo tan claro en cuanto a la aplicación delante de la cámara de su infalible fórmula de los «amiguetes». Es posible que el juego consistente en ir reconociendo a los famosetes y personajillos que aparecen en pantalla funcione como reclamo comercial, pero cincuenta cameos me parecen demasiados cameos, sobre todo porque la mayoría de ellos ni siquiera son graciosos. La apuesta por Kiko Rivera ha sido una apuesta ganadora, pero ya se sabía de antemano que Belén Esteban, por ejemplo, es incapaz de actuar o de dejar de ser ella misma por un instante. Otra cosa es el tremendo sorpresón que provoca la aterradora presencia en 3D de Carmen de Mairena, a la que el mismísimo John Waters hubiera querido para su cine trash.

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