Raimundo Fitero
Sobre la vida
Desengrasemos esta horripilante agonía nuclear, con unos asuntos que tienen que ver con la vida, la religión y el fútbol. O si quieren hacer la compota de otra manera introduzcan los elementos en la proporción que deseen, porque al final lo que nos queda es que la jerarquía eclesiástica, es una fuente inagotable de prejuicios y de noticias que nos colocan ante la rebelión. No es cuestión de ser anticlerical, sino de impartir una justicia mediana. Y frente a lo oculto de la curia, la luz de la vida.
Por un lado al Padre Manel, un cura de barrio, un tipo que hace honor al evangelio y que predica realmente con el ejemplo, es decir estando en la calle, con los desfavorecidos de la tierra ayudando en lo material, aquí en la tierra, al que van a excomulgar porque en un libro que acaba de publicar declara que en un momento dado ayudó a alguna mujer, en un caso muy joven, adolescente, a abortar. Por estas razones y porque le tenían ganas ya que se dedicaba a casar a homosexuales, le quieren expulsar. Si fuera un pederasta o hubiera robado a los feligreses le ampararían, pero por ser una persona normal, un ciudadano solidario, lo colocan ante el anacronismo de la excomunión. La verdad sea dicha: la intervención de la jerarquía, en este caso, la catalana, ha servido para que la primera edición del libro se agote.
El otro esperpento clerical lo han hecho en vídeo, en montaje audiovisual y se trata de una campaña contra la eutanasia. Es una intervención política de primera magnitud porque están a punto de aprobarse unas medidas gubernamentales para regular la muerte digna. Pero aquí entramos ya en otro asunto: las imágenes nos enseñan a un anciano, muy anciano, en una cama de hospital que en el momento en que Iniesta marca el gol de España en el Mundial, hace un gesto de alegría. O sea, según estos curas, vale la pena vivir para ver fútbol. Y si gana España, entonces resucita a los moribundos. Podríamos estar ante un gag, pero es un mensaje canalla. Y todos se preguntan si Iniesta ha autorizado la utilización de su imagen de esta manera. Incluso si la imagen de un jugador de la selección le pertenece o es propiedad de la Federación.