Diversidad de opiniones tras el cierre de Chillida-Leku

Ariane KAMIO |

Chillida-Leku es tema de debate desde hace mucho tiempo y, por ello, las opiniones que se pueden recabar al respecto tienen colores bien diferentes. Después de que el Gobierno de Lakua y la Diputación de Gipuzkoa anunciasen el viernes que durante la próxima semana harán una valoración más profunda sobre el cierre definitivo del museo ubicado junto al caserío Zabalaga de Hernani, GARA ha recabado las reacciones de sus habituales colaboradores artísticos.

“Es una gran pena, pero no creo que esto sea un desastre, ni creo que vayamos a perder la obra de Chillida para siempre”

Haizea BARCENILLA
Comisaria

Por un lado, es una pena que Chillida-Leku tenga que cerrar sus puertas pero, por otro lado, no hay que olvidar que se trata de una empresa privada gestionada por la familia. Aunque tenga un gran valor artístico, creo que si las instituciones vascas colaborasen económicamente en el proyecto, éste tendría que ser totalmente público y tendría que cumplir una serie de condiciones (como la contratación pública de los trabajadores) que quizás la familia no estaba dispuesta a admitir. Por lo que me parece lógico que las instituciones pongan encima de la mesa sus condiciones, porque la cultura ya está sufriendo bastante con la crisis y, aunque Chillida-Leku sea un lugar muy importante, la obra de Eduardo Chillida está suficientemente representada en numerosos lugares de Euskal Herria. Lo ideal sería que esto no hubiese ocurrido pero, al mismo tiempo, considero que tenemos que ser cautos con los recursos públicos que tenemos. Aún así, no creo que esto sea un desastre, y tampoco creo que vayamos a perder la obra de Chillida para siempre.

“No se puede seguir aguantando desde las políticas culturales iniciativas que tienen otro cariz, que es el económico, el de mover gente alrededor de la cultura”

Arturo F. RODRÍGUEZ
Artista
Lo primero que me viene a la cabeza con este asunto es el debate entre lo público y lo privado. No tengo muy claras las razones del cierre, pero creo que hay una cuestión de fondo, y es que todo lo que pueda apoyar lo público a una cuestión de este tipo, vendría de la mano de unas políticas culturales más centradas en lo que es el turismo, la promoción de este tipo de cultura vinculada al ocio, una cultura celebrativa. Creo que poco importa al tejido artístico local este tipo de falsas polémicas.  
El proyecto de Chillida-Leku es muy importante. Encaja perfectamente en ese macroproyecto (que también habría que revisar un poco) de la Capitalidad Cultural Europea de Donostia y últimamente la cultura ha estado muy vinculada al ocio y a los touroperadores. Pero estamos ante un cambio de ciclo. No podemos seguir aguantando desde las políticas culturales y desde los presupuestos económicos iniciativas que tienen otro cariz, que es el económico, el de mover gente alrededor de la cultura. Cuando uno confunde el Ministerio de Cultura con el Ministerio de las Industrias Culturales, es cuando empiezan este tipo de cuestiones.

“A última instancia, siempre es mejor alcanzar un acuerdo razonable que cerrar las puertas del museo”

Iñaki ARZOZ
Artistas

Es una pena. No he seguido mucho el tema de las negociaciones con las instituciones, pero me ha extrañado que no se haya podido llegar a un acuerdo razonable. Confiaba en que la situación se iba a arreglar y, en principio, sin conocer a fondo las negociaciones, me extraña mucho que la familia se haya desmarcado a última hora. Creo que a última instancia siempre es mejor alcanzar un acuerdo razonable que cerrar las puertas del museo y siendo, además, una referencia cultural tan importante.
Que el legado de un escultor tan importante para nosotros no tenga acceso público es una gran pérdida. Es como si no pudiéramos acceder al patrimonio artístico de Jorge Oteiza, por ejemplo.
Aunque, por otro lado, no considero que sea un demérito para una fundación que se expongan obras de otros artistas. Creo que, mientras se mantenga un gran porcentaje de presencia de la obra del propio Chillida, el resto de actividades temporales no tendrían que suponer ningún problema.
Parece que la familia ha pedido más generosidad, más dinero por parte de las instituciones, pero quizás con la situación económica actual no se ha podido llegar a esos niveles de exigencia. De todas maneras pienso que es mejor, por la cantidad que sea, que la obra pase a ser patrimonio público con la participación de la familia. Es un desastre cultural.