«Garoña itxi orain. No más excusas». Tras este lema, no por reiterado falto de actualidad, se concentraron en la mañana de ayer cerca de medio millar de personas en Gasteiz. Lo hicieron frente a la Diputación alavesa, un lugar elegido a propósito ya que hace sólo unas fechas el diputado general de Araba, el jeltzale Xabier Agirre, firmaba un acuerdo de colaboración con Iberdrola, dueña del 50% de Nuclenor, propietaria de la central nuclear de Garoña. Pero no era la única razón, porque, como se denunció durante el acto, tanto PNV como PSE tienen que dejar a un lado su habitual doble juego con la energía nuclear.

«No nos fiamos en absoluto de la reciente resolución del Parlamento Vasco de que la planta burgalesa se cierre en 2013», incidió el portavoz de la iniciativa Araba sin Garoña, Alberto Frías. «El PSE ha incumplido por tercera vez su compromiso de cierre de la central en sus sucesivos programas electorales y ya en la última movilización se denunció que volvía a hacer trampas, al situar el cierre en 2013 cuando la legislatura acaba en 2012», recordó, sin olvidar las recientes afirmaciones desde Nuclenor de estar esperanzados en seguir hasta 2019 con la actividad de Garoña.

Otra de las dudas sobre su cierre, denunciada ayer, tiene que ver con esa reciente resolución del Parlamento español -respaldada, entre otros, por PSOE y PNV- para alargar en 40 años el cierre de las nucleares. «Eso es meter más balas al juego de la ruleta rusa al que nos tienen sometidos con esta central. Parece que cada vez se llena más el cargador», insistió. «Deberían copiar a Alemania, que va a cerrar todas sus nucleares más viejas», les instó Frías.

Garoña, en un meandro

En las palabras que desde Araba sin Garoña se dirigieron a los asistentes se recordó el paralelismo de la central japonesa de Fukushima con Garoña, o los planes de evacuación que contemplan sólo tres kilómetros a la redonda en el caso burgalés frente a los 20 del asiático.

Alberto Frías criticó que se argumente que Garoña no podría ser víctima de un terremoto como el de Japón, pero alertó sobre la posibilidad de que el río Ebro sea un peligro latente. «Desde pequeños nos enseñaron que era el río más caudaloso y Garoña, precisamente, está situada en un meandro de este río. Si hubiera una gran avenida, ¿qué pasaría entonces?», se preguntó el portavoz de Araba sin Garoña.

Protestas en Donostia y Baiona

No fue la de la capital alavesa la única movilización contra la energía nuclear que se está sucediendo en Euskal Herria. Ayer, en la donostiarra playa de la Concha, el colectivo Eguzki `dibujó' un gran sol en la arena, junto al lema «¿+ Fukusima? Ez eskerrik asko''.

En las calles de Baiona, la asociación altermundista Bizi! reunió a unas doscientas personas en una manifestación bajo el lema ``Croissance à tout prix : Hara Kiri-Nuklearrik ez milesker'', denunciando «proyectos industriales cada vez más peligrososo, como los nucleares». Algunos de los participantes vestían trajes de descontaminación. Los manifestantes llevaron a cabo una protesta delante de las oficinas bancarias de BNP.