La ansiada cadena de favores se cumplió, y tanto Hondarribia-Irun como UNB Obenasa lograron imponerse en sus respectivos partidos. Si bien el triunfo del cuadro guipuzcoano sobre el Olesa -una paliza en toda regla-, parecía cantado, el de Obenasa, que logró superar a domicilio a la quinta clasificada de la Liga Femenina, el Sóller Bon Día, por 69-81, sólo se entiende porque el cuadro iruindarra se aferró a sus ganas de vivir.

El conjunto navarro precisaba sumar cuanto antes un quinto triunfo, puesto que su último éxito databa del 5 de febrero: un 79-49 ante el Olesa. Refrendando la buena imagen dada durante 25 minutos ante Ros Casares, las de César Rupérez tiraron de coraje, y supieron adquirir una renta entre los seis y los diez tantos que supieron administrar.

Obenasa provocó hasta 21 pérdidas en la escuadra balear, mientras que un brutal acierto en los triples -ocho canastas de 11 intentos, con mención especial para Boada, Palomares y Abalde- sirvió para lograr un triunfo de oro puro. También cabe destacar el gran partido de Chones, con 20 puntos y 5 rebotes.

Paliza en Hondartza

Por su parte, Hondarribia-Irun sigue en la brecha por Europa tras apabullar al Olesa por 101-48. Las de Pepelu Mujika se dieron un auténtico gustazo, siendo Dapo -22 puntos y 9 rebotes-, Rad -17 tantos y 8 rechaces- y Deforge -15 y 8- las más destacadas.