Los nervios iniciales de la gran mayoría de las 567 firmas expositoras ante la nueva edición de la Feria Internacional de la Ferretería y el Bricolaje (Ferroforma y Bricoforma) se palparon desde el miércoles pasado en la apertura, aunque la mayoría de los expositores recuperaron el color a medida que transcurrían las horas. El dato final, aportado por el BEC, indica que durante estos días se acercaron 16.000 compradores profesionales de 80 países, mientras que en la edición anterior fueron 15.163 profesionales de 69 países. Como indicó a GARA Iñaki Garmendia, presidente y fundador de la empresa gasteiztarra de herramientas Ega Máster, «el exterior nos da el aire fresco para mantener vivo nuestro negocio. Exportamos el 85% de la producción». Recuerda ferias con más presencia, aunque admite que «el barullo no ayuda a entender, a hacer negocios» y se mostró satisfecho «con la presencia de compradores internacionales». Así ha sido así, como añadió ayer el consejero delegado del BEC, José Miguel Corres, que expresó que el balance «es satisfactorio para quienes han expuesto en esta edición».

«Nada será igual»

Las dificultades económicas actuales estuvieron presentes en los pabellones de Ferroforma. Todos miraron al exterior, porque consideran que la actividad económica e industrial en el Estado español tardará en recuperarse «varios años», como dijo Inés España, de la empresa barcelonesa Tractel Ibérica, que se dedica a productos de elevación y seguridad en altura, porque «tendremos que adaptarnos a la nueva situación, ya que no creo que volvamos a ver crecimientos del 20% y del 30%, como hasta el 2008».

María Barbosa, directora comercial de Barbosa, dedicada a los cepillos, reconoció que «el sector atraviesa una bajada importante de ventas. Caemos en facturación un 5% al año y estamos esperando a ver si tocamos fondo». La crisis ha permitido a esa empresa gallega «saltar el charco» hacia América Latina «para frenar la caída». Se mostró «satisfecha» con los acuerdos cerrados en el BEC de Barakaldo.

Josu Etxaniz, responsable de márketing de Izar Cutting Tools, dijo que comienzan a ver luz en el túnel de la crisis, «gracias a la exportación de nuestras brocas. Nuestra novedad es la broca para materiales de alta dureza que se utilizan para blindajes. Pero es cierto que la crisis nos dio fuerte, porque de facturar 22 millones bajamos a 18 millones, pero el año pasado hemos subido a 19 millones. Empezamos a verlo mejor».

Alberto Goikoetxea, de la empresa Goikarte de corte de metales de Zamudio reconoció actividad en Ferroforma, pero añadió que «está apagada», igual que Iñaki Ezenarro, de Altuna, dedicada a jardinería. «Está repuntando. También nuestra actividad, pero la crisis nos está afectando».

Amenabar, de Olaeta (Araba), fabrica poleas de palanca manuales. «Somos los únicos fabricantes de Europa», precisó Alberto Amenabar, director comercial. Destacó que «hemos tenido una buena feria», de todas formas recordó que «hacemos un gran esfuerzo en la fabricación de calidad», pero criticó que «otros no son fabricantes, son comercializadores. A ellos, no les exigen tanta calidad como a nosotros el ministerio de Ciencia y Tecnología, sino un certificado».