Pornoterrorismo
Txema AGIRIANO Comisario de arte
Si le interesa el postporno, la práctica queer y el transfeminismo; si echa de menos el blog girlswholikeporno, si lee a Helen Torres, María Llopis y a Itziar Ziga, si le interesan las performances de Annie Sprinkle, si siente adicción por los pornolabs, no dude en acercarse a éste libro. Diana Junyent Torres (Diana Pornoterrorista), poeta y performer inconformista, actualmente afincada en Barcelona nació en Madrid en 1981 hija de unos padres ácratas y ateos. Ellos criaron una criatura libre, buena, generosa, inteligente y amante de la belleza que suelta en el mundo, como descubriremos leyendo su libro, se convirtió para muchos en un monstruo.
En 1999 se subió por primera vez a un escenario. Como Shock Value y junto a Pablo Raijenstein performeó durante tres años y fue en 2001 donde apareció el término pornoterrorismo aplicado a la última de las performances que hicieron juntos. Diana decidió marcharse a Barcelona, donde comenzó a recitar poesía. Ofrecía recitales de pornopoesía lésbica y recitales con anti-striptease -donde, en lugar de desnudarse, durante la actuación iba vistiéndose de hombre-. A partir de 2007 comenzaron sus performances pornoterroristas. En ellas se masturba, se introduce objetos, se clava agujas, se corre a chorros... y recita poesía mientras proyecta vídeos realmente fuertes.
Diana J. Torres es licenciada en Filología Hispánica. Últimamente se ha quitado el apellido Junyent y lo ha substituido por una «J.» porque casi nadie sabemos escribirlo ni pronunciarlo correctamente.
La editorial navarra Txalaparta, reconocida por su compromiso con la soberanía cultural e informativa de Euskal Herria, dentro de su colección Gebara dedicada a la literatura y al ensayo de escritores de todo el mundo ha apostado por sacar a la luz «Pornoterrorismo» siguiendo su premisa de ser altavoz de la creación literaria que pueda abrir caminos a la diversidad y ayudar a transformar la realidad. «Pornoterrorismo» no es sólo un ensayo, es un libro de carácter autobiográfico que nos habla de una persona, de su vida, de sus prácticas, de sus luchas y de sus opiniones. Historias de una exhibicionista, una persona que, de acudir a un especialista en Psicología o Psiquiatría, nuestra sociedad en su afán de cataloguizar definiría como «técnicamente enferma».
Una reflexión sobre las prácticas sexuales y la moral. A través de sus palabras vemos cómo una corrida femenina ya no es sólo un acto de placer, sino que puede ser también un acto terrorista. El pornoterrorismo es una forma de trabajar la sexualidad de una forma subversiva y guerrillera. A través de sus acciones trata de aterrorizar a un sistema heteropatriarcal que nos oprime. Sus armas son su cuerpo, su palabra y su rabia. En su libro anima al pornoterrorismo a aquellos a quienes toquen las narices las imposiciones morales, sociales y legales que el Estado, la Iglesia y en general la gente aplican sobre nuestro cuerpo y nuestra sexualidad. Se agradece que al final Torres haya incluido siete de su poemas, así como un completo listado con indicaciones de páginas web de personas a las que se siente cercanas en el pornoterrorismo.
Este es un libro, dice la autora, escrito para contarles a quienes jamás en la vida han abierto un libro de Michel Foucault, Judith Butler o Beatriz Preciado y no saben quién es Annie Sprinkle algunas cosas sobre la práctica queer y el postporno. Una llamada a romper tabúes.