El segundo álbum de Manel, «10 milles per veure una bona armadura», logra el primer puesto en la lista de ventas del Estado español a la semana de ser lanzado, 10.000 copias vendidas a pesar de estar cantado en catalán, que ésa es la cuestión.

En realidad, nos encontramos ante la noticia que no debiera de ser noticia, ya que lo normal sería que los discos interpretados en catalán, euskara, gallego, asturiano... o aragonés, participaran con naturalidad en esa lista de ventas oficial. Parece, no obstante, que esta Iberia, donde se hablan numerosos idiomas, no quiere ni desea enterarse de que entre sus trazos geográficos existe algo más que el castellano. La noticia de teletipos se extiende apuntando que este «fenómeno» no ocurría desde 1996, «algo que hasta ese momento sólo habían conseguido cantautores de la talla de Joan Manuel Serrat o Lluis Llach. Cuesta creer que, en su momento, álbumes de Negu Gorriak, Benito Lertxundi, Oskorri, Ruper Ordorika, Mikel Laboa, Kortatu, Hertzainak... no consiguieran cifras como para estar en lo más alto de la lista oficial de ventas. No obstante, nunca aparecieron.

En la actualidad, vendiendo mil discos de tirón ya se puede ser el rey de las cifras, por lo que cuesta entender cómo Ken Zazpi u otros grandes vendedores de la Feria de Durango no aparezcan nunca en el primer puesto o entre los de arriba. En tres meses, Zea Mays ha vendido cerca de 4.000 discos y de listas, nada de nada.

Ken Zazpi/Gatibu

Zea Mays relativiza el valor de «Los más vendidos», ya que Promusicae (Productores de Musica Española) da muestras de que sólo coteja, y a su manera, lo oficial, lo que pasa por SGAE.

En cualquier caso, quién muestre o de qué manera, puede ser lo de menos, ya que la lista de los más vendidos en el Estado nunca han tenido ni solidez ni prestigio. Aquí no existe un «Bilboard» o un «New Musical Express», por lo que la sospecha de manipulación siempre ha estado presente. Que Ken Zazpi, Gatibu o Esne Beltza, con el tirón que han tenido y tienen, no asomen la cabeza, es más que descriptivo.

Con todo, y retomando el inicio, lo significativo del asunto se encuentra en el hecho de que sea noticia que un artista que canta en catalán sea número uno, dos o tres, y, por extensión, que no aparezca nunca un euskaldun ni un gallego parlante ni un catalán, a excepción del presente caso. Manel vendió 30.000 copias de su álbum debut en 2008, una cifra espectacular de la que poco se supo. Ahora regresa con un disco bastante menos festivo que «Els millors professors europeus», pero con más detalle, mejores arreglos, y un tono próximo a los ritmos medios, la balada y el apunte sutil. Neo-folk-pop elegante, no comercial, y que en «La bola de cristall» suena a puro Ruper Ordorika.