LOS AVANCES EN INTERCULTURALIDAD ENTRE PÀYOS Y GITANOS SE ABREN CAMINO CON NO POCAS DIFICULTADES
Tres asociaciones -Iniciativa Gitana, Fundación Secretariado Gitano y Kale dor Kayiko- han hablado con GARA de la realidad que vive la comunidad gitana y sus retos de cara al futuro, una fotografía que retrata los avances y carencias de nuestra sociedad en pleno siglo XXI.
Nerea GOTI
Parte de Euskal Herria despidió 2010 con un spot navideño multiétnico, con la destacada participación de un grupo de gitanos que interpretaban la canción de Olentzero a ritmo rumbero. El vídeo de la televisión pública de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa podría interpretarse como un simple gesto creativo, sin embargo, a juicio de algunas asociaciones, este tipo de gestos son de calado, porque ayudan a dejar atrás prejuicios y ahondan en el camino de la normalización de las relaciones entre las comunidades paya y gitana.
«Proyectos como el llevado a cabo por EITB esta Navidad son lo que nosotros entendemos como interculturales y nos parecen muy positivos. Desde luego contribuyen a normalizar una situación y a dar una visión real de lo que es y de lo que somos, porque nuestro pueblo gitano forma parte indisoluble de Euskadi», valora Oscar Vizarraga, de la asociación Kale Dor Kayiko, colectivo que participó en la interpretación de la parte flamenca del anuncio.
Hay gestos y signos de que las relaciones entre payos y gitanos están cambiando, pero a puertas del segundo decenio del siglo XXI, las personas de etnia gitana siguen estigmatizadas, padecen una constante discriminación y todavía hay problemas de convivencia, aunque también los avances son innegables, según se traduce de la reflexión de tres asociaciones que trabajan en la defensa y desarrollo de la cultura gitana: Fundación Secretariado Gitano, Iniciativa Gitana y la asociación Kale dor Kayiko. Las tres han respondido a la invitación de GARA a hacer una fotografía de la situación del colectivo gitano en Euskal Herria.
Preguntadas genéricamente sobre cómo describirían la realidad actual de la comunidad gitana, los tres colectivos resaltan avances en materia de escolarización y de convivencia, pero constatan que los rasgos físicos delatan a quien quiere acceder a una vivienda o a un puesto de trabajo y todavía son razón suficiente para que se les margine.
A juicio de Iniciativa Gitana, la comunidad gitana sigue estando estigmatizada pero según puntualiza, «por una parte minoritaria». Consideran que la clave es el desconocimiento. «Tienen miedos porque son dados a generalizar y mezclan a los delincuentes con los que no lo son. ¿Acaso no se cuecen habas en todas las ollas?», preguntan. Iniciativa Gitana saca a colación el caso de la familia gitana que desde hace dos años reside en La Arboleda «sin el más mínimo incidente». Los incidentes y las salidas de tono se produjeron entonces por parte de un grupo de vecinos que rechazaron de plano la llegada a la localidad de una familia que tachaban de conflictiva.
Los hechos han demostrado dos años después que la señalada como `peligrosa' familia hasta el momento ha sido víctima de expresiones racistas y entre ellas destacan las pintadas aparecidas sólo unos meses atrás con lemas como «sí, sí, sí, que venga Sarkozy», en alusión a las políticas de tinte xenófobo que defiende el presidente francés.
Desde la Fundación Secretariado Gitano destacan que la discriminación es más visible en el acceso a la vivienda y en el ámbito del empleo. «Su físico no pasa desapercibido en la mayoría de los casos, incluso algunos son seleccionados para la entrevista, pero es difícil pasar el filtro», explican desde esta entidad social intercultural que trabaja en Euskal Herria y a nivel del Estado español.
No se denuncia ni se difunde
«Los casos que puedo contarte no son populares porque en la mayoría de los casos no se denuncian y sobre todo, aunque se denuncien, no se difunden», indican desde Kale dor Kayiko. Hablan de «rechazos a personas gitanas cualificadas en puestos de trabajo de cara al público» y reproducen un argumento muy conocido por parte de los empleadores; «no tiene nada en contra de las personas gitanas, pero puede producir desconfianza en los clientes».
«Otro foco de rechazo garantizado y comprobable es el intento de alquilar un piso a una persona gitana», explican. «En el momento en el que se sospecha la identidad de los futuros inquilinos, se acaba de alquilar de forma milagrosa», señalan, y añaden que «alguna inmobiliaria con incontinencia verbal ha manifestado órdenes estrictas de no alquilar sus propiedades a gitanos».
Iniciativa Gitana también conoce los problemas para alquilar una vivienda. «La exigencia es más alta que nunca», según subrayan. A esta reflexión suman que en lo que respecta al empleo, la situación es mala y las perspectivas no son mejores. «Antes en la construcción había trabajo, pero hoy no hay nada, incluso en los mercadillos hay poca salida. La crisis está haciendo que muchas familias pierdan sus viviendas y si esto no se soluciona pronto vamos a tener grandísimos problemas», plantean.
Ser gitano también puede convertirte en sospechoso a ojos de algunos `profesionales de la seguridad' y aunque parezca mentira, siguen existiendo espacios de ocio en los que las personas gitanas tienen vetada la entrada.
A juicio de Kale dor Kayiko, otro barómetro que mide la estigmatización que aún padecen los gitanos es la propia escuela. «No hay más que ver la segmentacion que existe en las escuelas de Euskadi, al `amparo' del diseño del mapa escolar, que tiene más de 10 años, y echar un vistazo a aquellas del modelo A. ¿Qué alumnado tienen? ¿Cuál es el nivel académico de estos centros respecto a los demás?», preguntan.
El reto es avanzar en la formación
Preguntadas sobre las actuaciones que en este momento concentran los esfuerzos de las asociaciones gitanas, las tres entidades resaltan la formación. Desde Iniciativa Gitana apuntan que se han conseguido importantes avances en la erradicación del absentismo escolar en Primaria. «Actuar en Secundaria es nuestro objetivo y reto y después la Universidad, en la que ya hay jóvenes gitanos, pero necesitamos más herramientas», subrayan.
La Fundación Secretariado Gitano destaca, asimismo, que en Primaria «en los últimos 15 años la asistencia a clase de los alumnos y alumnas gitanas se ha hecho una constante, si bien las mayores dificultades surgen en Secundaria, donde se detectan problemas de acceso, permanencia y éxito escolar». La asociación opina que hay que «implementar medidas de calidad que refuercen la implicación de las familias en el proceso educativo de su hijo, que permitan mejorar el nivel curricular del alumno, que permitan flexibilizar diferentes itinerarios educativos para atender las particularidades de todo el alumnado sin segregar y que refuercen la formación e implicación del profesorado».
La educación también resulta fundamental para Kale dor Kayiko, colectivo desde el que resaltan que «si algo va a dar las posibilidades y las herramientas a nuestro pueblo para llegar a estar en igualdad con el gadyé (payo) ésta es sin duda la educación».
«un momento de cambio»
Pese a las dificultades, la comunidad gitana se queda con la parte positiva del balance. «Se ha avanzado mucho» reconocen las asociaciones. «Nuestro pueblo ha evolucionado en los últimos 30 años, más que en los 546 anteriores, desde que llegamos a Euskadi en la primera mitad del siglo XV», opina Kale dor Kayiko, asociación para la que nos encontramos «en un momento de cambio importantísimo».
Profundizando en los avances, desde este último colectivo resaltan que «hace tan sólo 20-25 años estábamos escolarizando niños y niñas gitanas con 8, 10 ó 12 años», cuando «ahora es impensable ver una familia gitana sin sus hijos escolarizados a partir de los dos o tres años». Resaltan, asimismo, que sigue creciendo el número de estudiantes universitarios, «que harán sin duda alguna un mañana diferente para nuestro pueblo».
Si algo ensombrece las persectivas a futuro de las asociaciones gitanas es el auge de discursos xenófobos que llegan de Europa. Las asociaciones gitanas no pasan por alto los mensajes de Berlusconi, Sarkozy o Angela Merkel, ni las noticias que llegan de Austria, Rumania, Hungría o los Balcanes.
La reflexión de Kale dor Kayiko denota la preocupación con la que la comunidad gitana observa el panorama sociopolítico europeo. «El nazismo no nace de la noche a la mañana, surge en cualquier momento en un caldo de cultivo donde entre otras cosas, el sistema político e intelectual soporta determinadas acciones sin poner manos a la obra, y preocupantemente asistimos a un momento en el que este caldo de cultivo no sólo existe sino que la olla está en el fuego», sostienen.
A juicio de Iniciativa Gitana, no obstante, «la mayoría de la sociedad es más inteligente de lo que piensan los políticos» y sabrá reconocer «que muchos por unos votos u otros por el afán de poder son capaces de todo», mientras Secretariado Gitano apunta que ante políticas como las de Sarkozy, «la comunidad gitana vuelve a revivir el `contencioso histórico', lo que genera mayores barreras de resistencia como autoprotección y supervivencia de su cultura».
Avanzar en normalizar las relaciones entre vascos payos y gitanos es tarea, sin duda, de unos y otros, pero en particular de la Administración. A este respecto, sin embargo, las instituciones no aprueban el examen de los colectivos gitanos, que piden participación, que se les consulte y se escuchen sus aportaciones. En este capítulo, Kale dor Kayiko hace una salvedad con la Diputación vizcaina, institución con la que mantiene un convenio con la Dirección de Igualdad y Derechos Ciudadanos para, entre otras cuestiones, asesorar en materia de interculturalidad o juventud.
De camino a la consecución de una sociedad sin exclusiones, Secretariado Gitano añade una reflexión: «Es el momento de asumir una incorporación voluntaria en la sociedad mayoritaria, sin que suponga una erradicación de la cultura minoritaria» y resalta que trabajar en ese sentido «supone una aceptación mutua de diálogo y cooperación encesaria para poner en marcha un verdadero proceso de interculturalización».
Las asociaciones gitanas destacan los avances logrados por esta comunidad en las últimas tres décadas.
Los tres colectivos de defensa de la cultura gitana entrevistados por GARA sitúan la lengua como una de las claves para avanzar en la conviencia entre las comunidades paya y gitana. Kalé dor Kayikó, que ha impulsado campañas como «100% gitanos, 100% vascos, ijito peto petoak», subraya su apuesta por impulsar el aprendizaje del euskara y destaca que la asociación anima a padres y madres gitanos a que matriculen a sus hijos en modelos euskaldunes y, en la medida de lo posible, cambien a los ya escolarizados a un modelo euskaldun. Reconoce este colectivo como «tremendo error» la apuesta de la mayoría de las familias gitanas por la enseñanza en castellano y recuerda que «muchas veces se les ha `orientado' o `aconsejado' y otras veces impedido directamente, con excusas, por supuesto, la matriculación en modelos B o D, por miedo a los padres y madres no gitanos a la existencia de alumnado de nuestro pueblo».
Iniciativa Gitana echa en falta que en todos los centros exista al menos modelo euskaldun y destaca que en los centros en los que payos y gitanos estudian en modelos B o D, «la relación es muy enriquecedora e integradora», mientras en los centros en los que sólo se da el modelo A, la relación no es la misma.
Fundación Secretariado Gitano indica, por su parte, que en herrialdes como Gipuzkoa, la mayoría de los niños están escolarizados en el modelo B y destaca que la asociación impulsa talleres formativos, a los que intentan añadir módulos muy básicos relacionados de euskara-caló. N.G.
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Son los que lleva la comunidad gitana asentada en Euskal Herria, tal y como se encargan de recordar a la sociedad vasca en general.