Iñaki LEKUONA | Periodista
La tostada de Sarkozy
Alexandre Gabriac, jovencísimo candidato del Frente Nacional a consejero general por uno de los cantones de Grenoble, se le debió de atragantar el desayuno con la foto publicada por el NouvelObs en la que aparece en pie, estirando brazo junto a una bandera nazi, al tiempo que abraza con el otro –puño americano en ristre- a un simpático señor con la cabeza rapada que también se esfuerza en el gesto.
Este chaval, que a sus 20 años ya ostenta sillón en el parlamento del Consejo regional de Rhône-Alpes, representaba el futuro del FN. Pero ni con toda la mantequilla del mundo podría el partido de Marine Le Pen tragarse su cliché nazi. Y no es que al FN de repente le haya afectado el viento sur y que ahora no comulgue con la doctrina de la extrema derecha. Es que los franceses, fachas o no, no guardan muchas simpatías por los rituales de aquellos que, al grito de Heil Führer!, mancillaron el orgullo patrio invadiendo Francia de manera tan sonrojante. Por eso, lo del brazo en alto no es del gusto francés.
Y por eso, y con la frase «el FN es un partido democrático y republicano», aderezada con un «somos gentes normales, respetuosas y republicanas», la ejecutiva frentista ha decidido suspender a su candidato, que no el ideario del partido. Ése que todos conocen y por el que Alexandre Gabriac decidió militar desde los trece añitos en el FN. Ése que impregna una amplia capa de un electorado extremadamente apetecible para quienes como Nicolas Sarkozy no aceptan que otros le coman la tostada.
Acusado por el FN de haber filtrado la foto, el ministerio de Interior ha emitido un comunicado «desmintiendo absolutamente estas alegaciones».