Más de un millar de personas se manifestó ayer en Iruñea para exigir el fin de la incomunicación e instar al Gobierno español a cumplir con las recomendaciones elaboradas por los organismos internacionales para acabar con la tortura. La marcha, que fue convocada por personas que han denunciado malos tratos, pasó frente al cuartel de la Guardia Civil en Iruñea y la delegación del Gobierno español en Nafarroa «para exigirles que dejen de torturar a la gente, que dejen de reprimir a este pueblo, que abandonen las armas y se atrevan a confrontar democráticamente al independentismo vasco, sin torturas, sin detenciones, sin violencia, sin amenazas y sin imposiciones», tal y como señaló Araitz Amatria. «Es imprescindible acabar con la incomunicación y poner en marcha las medidas propuestas por el TAT», insistió. Durante la manifestación, que se desarrolló en silencio, se exhibieron fotografías de personas torturadas.

Los convocantes también hicieron referencia al informe hecho público este mismo viernes por el Comité para la Prevención de la Tortura del Consejo Europeo, en el que se interpela al Gobierno español y se le insta a poner fin al régimen de incomunicación. Una medida que constituye «la única vía para que nadie vuelva a pasar por este infierno», tal y como destacó Amatria.

«Es el momento de acabar con la tortura y la incomunicación», añadió por su parte Fran Balda, quien recordó que el pasado viernes el Parlamento de Iruñea rechazó investigar los últimos casos de torturas denunciados por los arrestados en el herrialde y a exigir al Estado español que derogue la incomunicación con los votos en contra de los parlamentarios de UPN, PSN, CDN e IU.

A pesar de ello, Balda insistió en seguir trabajando junto a otros agentes sociales y políticos porque, apuntó, «en estos momentos la máxima exposición de violencia que existe es la de la tortura».