Tensa calma en Siria a la espera del fin del estado de emergencia
La inminente derogación del estado de emergencia, instaurado en el país en 1963, y de una serie de reformas que se espera sean anunciadas en unas horas por el presidente sirio, Bashar al-Assad, parecen haber atenuado las protestas contra el régimen en Siria, que ayer vivió una jornada de tensa calma tras los enfrentamientos de los últimos días.
GARA
Latakia, principal puerto de Siria, parecía ayer una ciudad fantasma tras los violentos enfrentamientos del fin de semana, mientras el país está a la espera de que su presidente, Bashar al-Assad, sometido a una creciente presión popular, anuncie el levantamiento del estado de emergencia vigente desde hace cinco décadas.
Ayer, por primera vez desde la llegada al poder del partido Baaz, el Parlamento sirio guardó un minuto de silencio «en testimonio de respeto a los mártires caídos, y a las protestas y revindicaciones populares».
Según organizaciones de derechos humanos, unas 130 personas han muerto, sobre todo en Deraa, epicentro de la revuelta contra el régimen, desde el inicio de las protestas. Human Rights Watch (HRW) cifró en 61 los muertos en esa ciudad del sur del país desde el 18 de febrero.
Además, el Parlamento instó a Al-Assad a anunciar el fin del estado de emergencia impuesto en 1963 cuando el partido Baaz tomó el poder, la instauración del pluralismo político y una mayor libertad de prensa.
En una entrevista a AFP el domingo, la consejera presidencial Busaina Shaaban reveló que la decisión de derogar el estado de emergencia «ya fue tomada, pero no sé cuándo se aplicará». Agregó que Al-Assad tiene previsto dirigirse al pueblo sirio «muy pronto» para explicar la situación y «clarificar las reformas que se propone llevar a cabo en el país.».
Según el vicepresidente Faruk al-Shara, citado por la agencia de noticias SANA, «el presidente pronunciará un discurso que tranquilizará al pueblo sirio». Su alocución se prevé hoy o mañana.
Sorprendidas
Los comercios y escuelas de esta ciudad de 450.000 habitantes permanecieron cerrados después de que durante el fin de semana jóvenes armados de palos y navajas atacaran comercios y personas, mientras que francotiradores instalados en los techos de los inmuebles disparaban contra los transeúntes.
En los tres últimos días, trece personas -militares y civiles- y dos insurgentes fallecieron, según fuentes oficiales y hospitalarias citadas por AFP.
Issam Jury, periodista y director del Centro de Desarrollo Ecológico y Social, aseguró vía telefónica que «las fuerzas de seguridad no estaban preparadas y fueron sorprendidas por la intensidad de la violencia». Los refuerzos del Ejército llegaron el domingo para tratar de restablecer el orden y, por la noche, se constituyeron comités de barrio para proteger la ciudad de la incursión de extraños mediante la colocación de barricadas, según diversos testimonios.
Según Abdel Karim Rihaui, presidente de la Liga Siria de Defensa de los Derechos Humanos, «la mayoría de los hombres armados fueron detenidos por la población, que los entregó a las fuerzas de seguridad. Son árabes de diferentes nacionalidades que poseían armas e importantes sumas de dinero».
Durante el día de ayer, cientos de manifestantes salieron a la calle en Deraa para reclamar «dignidad», «libertad» y expresar su rechazo a las leyes de emergencia en la ciudad. Según testigos presenciales citados por Reuters, las fuerzas de seguridad dispararon contra quienes participaban en las protestas, pero las autoridades negaron que se hubieran producido disparos en Deraa.
Apoyos desde el Golfo
El presidente sirio ha recibido en las últimas horas llamadas de apoyo de dirigentes de la región, preocupados por la expansión de las revueltas populares en el mundo árabe, después de que las protestas para reclamar más libertad y reformas democráticas hayan ido en aumento en el país. Así, la agencia SANA informó de que Al-Assad ha recibido el apoyo de los reyes de Arabia Saudí y Bahrein y de los emires de Kuwait y Qatar, así como de su homólogo iraquí.
Al menos 121 personas murieron y 45 resultaron heridas ayer a causa de una explosión en una fábrica de munición en Yaar, en la provincia yemení de Abyan, en el sur del país, según el último balance de fuentes médicas recogido por Reuters, mientras que AFP rebajó esa cifra a 76. Las autoridades responsabilizaron a Al-Qaeda de la Península Arábiga del suceso, según la agencia de noticias yemení SABA. Entre los fallecidos hay mujeres y niños, indicaron fuentes médicas, que advirtieron de que el número de muertos puede aumentar.
Testigos presenciales citados por Reuters señalaron que la explosión se produjo después de que vecinos entraran en la fábrica para robar municiones y la causa, añadieron, podría haber sido un cigarrillo que provocó un incendio y la deflagración.
Sin embargo, las fuentes consultadas por SABA aseguraron que milicianos armados irrumpieron el domingo en las instalaciones y las sabotearon, lo que provocó un incendio y la posterior explosión. Agregó que los milicianos cerraron las puertas de la fábrica para impedir la extinción del fuego y el traslado de las víctimas, que «cayeron en la trampa de elementos terroristas».
La explosión en Yaar se produjo un día después de que esta ciudad fuera escenario de un enfrentamiento armado entre rebeldes y el Ejército. Aviones militares yemeníes bombardearon el domingo varias zonas cercanas a las ciudades de Yaar, Zinyibar y Yafe, donde hombres armados tomaron varios edificios gubernamentales aprovechando que la presencia de las fuerzas de seguridad en el sur del país se ha reducido desde el estallido de las protestas. GARA
La Junta Militar que gobierna Egipto desde la caída de Hosni Mubarak anunció ayer la convocatoria en setiembre de elecciones parlamentarias, aunque no hay fecha concreta, y la aprobación de la nueva ley de partidos.
Tras los comicios legislativos se convocarán elecciones presidenciales, según indicó el general Mamduh Shahin.
El general Shahin confirmó, además, que las próximas elecciones tendrán lugar sin que esté vigente el estado de emergencia, que entró en vigor en 1981 y cuya derogación reclaman los grupos políticos.
La rueda de prensa fue convocada para dar a conocer detalles sobre la reforma de la ley de partidos políticos, que entrará en vigor hoy, y según la cual ahora el encargado de regular la formación de los partidos es un comité judicial, y no dirigido por el gobernante PND.
Según la ley, que anula cualquier apoyo del Gobierno a los grupos políticos, se mantiene la prohibición de registrar partidos basados en criterios religiosos o sectarios, lo que no debería ser un obstáculo para los objetivos de los Hermanos Musulmanes, que ya anunciaron que constituirán un partido.
Por otro lado, las Fuerzas Armadas, acusadas por Amnistía Internacional de torturar a manifestantes sometiéndoles a «test de virginidad», anunciaron una investigación. GARA