Rubalcaba reivindica su inmovilismo en 2006 ante la nueva ofensiva del PP
Documentos sobre el frustrado proceso de negociación Gobierno-ETA 2005-2007 vuelven a estar en primera plana informativa, al hilo del «caso Faisán». El PP exige explicaciones a Alfredo Pérez Rubalcaba por lo que entiende como la confirmación de «cesiones». Y éste responde a esta nueva ofensiva recalcando que no, que su posición en el proceso se caracterizó por el inmovilismo: «Todos los movimientos que se hicieron eran reversibles», destaca Rubalcaba.
Ramón SOLA | DONOSTIA
El PP y su entorno mediático han decidido recurrir de nuevo a documentos sobre el proceso de negociación 2005-2007 para atacar a Alfredo Pérez Rubalcaba, ante la probabilidad de que sea proclamado candidato a la Presidencia del Gobierno español por el PSOE relevando a José Luis Rodríguez Zapatero. Al hilo del llamado «caso Faisán», ``El Mundo'' avanzó el lunes lo que denomina como «actas de ETA» sobre aquel proceso. La novedad de ayer fue que ``El País'' decidió secundarle y publicar también un extracto de los mismos papeles, supuestamente incautados a Xabier López Peña tras su detención en 2008.
El asunto esconde, por tanto, una doble pelea, la política y la mediática, entre PP y PSOE y sus correspondientes entornos mediáticos. En los documentos ahora presentados no hay novedades sustanciales respecto a todo el caudal de información aportado por GARA sobre aquel proceso desde el mismo mes de junio de 2007 en que se dio por cancelado. En cualquier caso, las informaciones de esos días ponen de nuevo sobre la mesa el debate sobre la actitud del Gobierno de Zapatero en los contactos con ETA, y especialmente la posición de su ministro de Interior.
Tras ser interpelado directamente por el PP, que le reclama que dé explicaciones en el Congreso sobre supuestas «cesiones» a ETA en el desarrollo de las reuniones, Rubalcaba decidió responder de modo genérico aprovechando una sesión en la misma Cámara Baja para tratar otro asunto.
Destacó su afirmación de que sólo se hicieron «movimientos reversibles» y que se ordenó que las FSE continuaran «vigilantes y trabajando», desde la convicción de que el proceso, y con él la tregua de ETA, podían venirse abajo.
Rubalcaba añadió que no se arrepiente de nada y que cree que en términos generales «se hizo lo que se tenía que hacer». «Porque hicimos bien las cosas, estamos como estamos. Porque no nos fiamos, estamos como estamos», destacó. Y añadió que «la tregua la perdió ETA, política y policialmente».
El PP pide extraer lecciones
Pese a que los documentos ahora publicados sólo remarcan aspectos ya conocidos y asumidos, como la existencia de un último intento negociador con formato de doble mesa en mayo de 2007, desde el PP se presentaron interesadamente como una gran novedad. Mariano Rajoy, líder del partido, salió a la palestra rápidamente para afirmar que su contenido le parece «absolutamente bochornoso» porque se desprendería que se tomaron medidas como «cambiar fiscales» o «dar órdenes para que no haya detenciones».
Parafraseando lo que dijo el propio Rubalcaba tras la masacre del 11-M en alusión al Gobierno de José María Aznar, Rajoy señaló ayer que «los españoles se merecen un gobierno que no les mienta» y exigió explicaciones a Rubalcaba o, en su defecto, a Zapatero.
En un acto celebrado en Marbella, Rajoy leyó en alto algunos párrafos de las supuestas «actas» difundidas por ``El Mundo'' y ``El País''. «Les dije que más tarde o más temprano se iban a publicar y aquí están, para bochorno del Gobierno de España», enfatizó. Varios representantes del PSOE criticaron que se utilice la supuesta versión de ETA para atacar al Gobierno español, pero nadie puso en duda la credibilidad de este relato. Uno de los primeros en darle veracidad fue el fiscal de la Audiencia Nacional Ignacio Gordillo.
Desde Euskal Herria, el líder del PP, Antonio Basagoiti, incidió en que el PSOE debe extraer lecciones para evitar cualquier tentación de volver a negociar con ETA: «Que aprendan algunos que, con ETA, al final se sabe todo. Y si hay alguien que no tiene los principios muy sólidos, que se dé cuenta de que al final se tiene que retratar».«Más vale que había y hay un PP firme que consiguió que no se metiese más la pata», añadió antes de reclamar que «nadie vuelva a repetir los errores del pasado».
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón (PP), también trató de dar utilidad presente a esta cuestión pasada. Reclamó, en un mensaje críptico, que «si en algún momento ha habido un acuerdo con Batasuna para facilitar su presencia en las instituciones, no se haga efectivo».
Frente a todo ello, la portavoz del Gobierno de Lakua, Idoia Mendia, alertó de que la confrontación política en torno a ETA «no es conveniente» y reclamó que PSOE y PP actúen unidos en este terreno. Como Rubalcaba, Mendia incidió en que no iba a entrar en detalles sobre el contenido de los documentos ahora difundidos, ya que hacerlo «sólo sirve para hacer de altavoz a ETA».