Visto para sentencia, o casi. El fútbol de élite conocerá a primera hora de la mañana si la competición debe continuar como estaba previsto o sufre un parón este próximo fin de semana, impulsado por la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Será el juzgado de primera instancia número 63 de Madrid quien, tras tomar declaración a las dos partes implicadas, decidirá hoy a las 10.00 sobre las medidas que adopta al respecto.

Caso de que acepte las demandas de los seis equipos que no quieren detener el calendario -Athletic, Real, Sevilla, Zaragoza, Villarreal y Espanyol-, habrá que ver qué determinación adopta la LFP, aunque lo más lógico es que se juegue la trigésima jornada para que no se produzcan agravios comparativos entre diferentes clubes.

Si, por el contrario, confirma el derecho del organismo futbolístico a materializar el parón o se inhibe del asunto, en principio no habría jornada liguera, sin perjuicio de que, ante esa tesitura, se pudieran poner en marcha las negociaciones con el Gobierno estatal de cara a desconvocar la huelga o se alcanzase algún tipo de compromiso entre las partes.

Aspecto éste que, de momento, se encuentra completamente bloqueado a tenor de las declaraciones de los responsables gubernamentales y del PP, que han asegurado no van a modificar sus posturas respecto a la obligatoriedad de retransmitir un partido en abierto por jornada, principal escollo del conflicto.

Exposición de argumentos

Por espacio de 45 minutos, la jueza Purificación Pujol escuchó los argumentos esgrimidos por ambas partes, por un lado en defensa del parón liguero y, por otro, reclamando el derecho a disputar los partidos correspondientes a la jornada citada.

Así, el abogado de la LFP, Miguel García Caba, puso de manifiesto que «huelgas ha habido muchas y, pese a ello, el calendario siempre se ha acabado», por lo que aseguró que la polémica se ciñe a «un problema de voluntad». Para justificar la decisión de la entidad a la que representa, el letrado recordó que aquélla se aprobó por mayoría en las reuniones que se celebraron los días 3 y 11 de febrero, «a la que sólo se oponen seis clubes de los 42 que componen las dos máximas categorías» del fútbol estatal.

Defendiendo la postura contraria, Juan de Dios Crespo, abogado del Sevilla y de las otras cinco entidades que no están de acuerdo con la medida, argumentó que «ni en España ni en ningún país se puede obligar a los afiliados a que acepten algo con lo que no están de acuerdo». «Hemos jugado bien y ahora falta que el árbitro nos dé la razón. Hasta última hora hemos intentado que hubiera una resolución favorable dentro de la familia del fútbol», añadió.