Los cinco arrestados están relacionados con medio centenar de atracos registrados por todo el Estado español. El de mayor repercusión que se les atribuye es el cometido el 25 de octubre del 2008 y que que costó la vida a Estela Calduch, una cajera de 25 años de una sucursal del Banco Santander de Cambrils (Catalunya). La víctima recibió un tiro en el cuello y murió desangrada. En este atraco participaron supuestamente dos de los atracadores detenidos ayer, que entraron a cara descubierta en la sucursal y fueron grabados por las cámaras de seguridad.

Los arrestos, llevados a cabo en Bilbo, Portugalete y la localidad cántabra de Castro Urdiales, en una operación coordinada por la Policía española, Guardia Civil, Ertzaintza y Mossos d'Esquadra, fueron difundidos ayer con todo lujo de detalles en una comparecencia pública entre el delegado del Gobierno en la CAV, Mikel Cabieces, y el consejero de Interior de Lakua, Rodolfo Ares, que catalogaron a los detenidos como «el grupo criminal español especializado en atracos más importante de los que operaban hasta la fecha en España». En total, 150 agentes policiales tomaron parte en esta operación.

Ares explicó que la investigación conjunta se ha desarrollado durante cinco meses, teniendo como base la central de la Ertzaintza de Erandio. La operación ``Cornisa'', como se denominó, no tiene «precedentes en el campo de la colaboración entre las distintas policías del país», destacó el titular de Interior.

Robos y blanqueo

Ares detalló que, a raíz del atraco perpetrado el pasado 25 de octubre en Cambrils, los Mossos d'Esquadra solicitaron al resto de cuerpos policiales información sobre atracos de las mismas características en todo el Estado. Tras reunir esta información, se decidió crear un grupo conjunto de investigación.

Las investigaciones realizadas por la Ertzaintza llevaron a la conclusión de que los presuntos atracadores «podían ser personas que residían en el País Vasco o en sus alrededores». A partir de ese momento, se decidió reunir personal de los cuatro cuerpos y trabajar desde la comisaría de Erandio, desde principios del pasado noviembre.

Las investigaciones llevaron a la detención, de madrugada, de tres personas en Bilbo, una en Portugalete y otra en Castro, «residentes permanentes» de los citados municipios. Ares precisó que «son delincuentes con un modus operandi muy sofisticado, cuidaban muchísimo las medidas de seguridad y de autoprotección», por lo que la investigación ha sido «compleja y muy importante».

Mikel Cabieces, por su parte, añadió que «estos delincuentes tenían una industria o actividad paralela que disfrazaba los bienes» de los presuntos atracadores y les permitía «el blanqueo de dinero» procedente de los atracos. La organización actuaba sobre todo en la cornisa cantábrica, donde se supone que empezó a operar en 2005 y donde al menos desde 2008 perpetró 25 asaltos, casi un atraco al mes, en oficinas bancarias.

Sin embargo, tras la muerte de la empleada de banca de Cambrils, la red detuvo su actividad y no ha vuelto a atracar, al hacer, según dijo ayer el conseller de Interior de Catalunya, Felip Puig, una «parada preventiva» al temer la persecución policial.