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Juanjo Basterra Periodista

Repartir el trabajo para poder trabajar todos ser�a esencial

En este momento en que todo est� tan cruzado no hay tregua que valga para bajar los brazos. Una manera de poner en marcha nuevo empleo ser�a repartiendo el tiempo de trabajo, sin duda. La reivindicaci�n de las 35 horas es necesaria, a pesar de que la actividad se ha reducido.

Hay que tener en cuenta que en Hego Euskal Herria s�lo la mitad de la poblaci�n asalariada trabaja 40 horas a la semana. Un 30% m�s no cubre ni 20 horas a la semana, por lo que los salarios que percibe a penas dan para vivir, y el resto realizan jornadas de trabajo superiores, con muchas horas extraordinarias.

Volver a la reivindicaci�n y al impulso de las 35 horas ser�a necesario. Pero, es cierto, a la vez que los empresarios se muestran contrarios, piden que se trabaje m�s. As� no se puede cortar esa l�nea de desempleo ascendente.

Esta semana han aparecido 7.500 parados m�s en los ordenadores oficiales de Lanbide. No es arte de magia de la consejera Gemma Zabaleta, no. No ha cambiado su despacho por la chistera. Tampoco es la primera vez que se reconoce que una parte de los parados no se apuntan a las listas de desempleo porque no tienen la esperanza de que les llamen para acudir a un trabajo o a un curso de formaci�n. Tambi�n porque el sistema de control se ha vuelto m�s exigente para recortar las estad�sticas. La realidad, sin embargo, demuestra que faltan soluciones, que quienes se deben dedicar a generar empleo incrementando la actividad productiva, econ�mica o formativa est�n pasando el tiempo en las mesas de negociaci�n o de presi�n para obtener ventajas laborales y econ�micas. Es decir, avanzar en que los despidos sean cada vez m�s baratos, que se paguen menos cotizaciones sociales y los convenios pierdan fuerza para que lo que reclamen los trabajadores siempre sea lo m�nimo.

Mientras se empe�an en esa carrera de obst�culos para la clase trabajadora, los informes oficiales muestran que los salarios han ca�do. Los trabajadores pierden capacidad adquisitiva, pero eso no les importa. En cambio, los datos oficiales dicen que, a pesar de las dificultades econ�micas debido a la crisis, las empresas siguen obteniendo enormes beneficios.

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