Una Euskal Herriko Itzulia muy atractiva por la espectacularidad que los organizadores han buscado a su trazado arranca hoy a las 13.15 en Zumarraga con la participación de veinte equipos -los dieciocho del Pro Tour, el Geox sin Menchov ni Sastre y el Caja Rural navarro-, y la presencia de la mayoría de las estrellas del pelotón mundial.

Sólo faltarán en la línea de salida los especialistas en las clásicas del Norte que disputaron ayer el Tour de Flandes y los corredores llamados a disputarse la general del Giro como Contador, Menchov, Igor Antón, Nibali, Scarponi y Evans, que han preferido evitar la dureza de la ronda vasca porque la del Giro obliga a llevar su puesta a punto con más tranquilidad.

Los que no faltarán en las carreteras vascas son los ciclistas que han fijado en las clásicas ardenesas su primer gran objetivo del año antes de centrarse en el Tour. Así, estarán los hermanos Schleck, Samuel Sánchez, Vandenbroeck, Gesink, Joaquim Rodríguez, Hesjedal, Horner, Leipheimer, Klöden, Cunego y el ganador de la París Niza, Tony Martin, que, como en la carrera del sol, querrá aguantar en la montaña a los escaladores para imponerse en la última crono.

Aunque tampoco sea ideal para los especialistas, 24 kilómetros son muchos para marcar diferencias y ahí se debe resolver la victoria final entre los corredores que superen todas las cribas que presenta el recorrido.

Pared a tres kilómetros de meta

Las primeras distancias las va a marcar la pista de acceso a la ermita de La Antigua que José Luis Arrieta ha mandado pavimentar para que los ciclistas tengan que superar hoy una auténtica pared a tres kilómetros de la meta de Zumarraga.

Los organizadores han colocado en el libro de ruta que la subida es de 2,5 kilómetros al 9,6% de pendiente media, pero los últimos 900 metros tienen un desnivel que supera el 13% de media y alcanza el 24% en su pendiente máxima. Las previsiones del tiempo han mejorado y parece que la lluvia va a respetar por una vez a la ronda vasca, pero tan importante como la dureza de la subida va a resultar la tensión que habrá en el pelotón para entrar bien colocado a ese repecho tras un estrechamiento en la carretera.

Por eso será una primera etapa dura porque en los últimos 70 kilómetros casi no hay uno llano. Es un constante subir y bajar con cinco puertos puntuables: Elosua (2º, km. 77, 15.25), Aztiria (3ª, km. 110, 16.15), Barbaris (3ª, km. 122, 16.33), Gabiria (3ª, km. 139, 16.59) y La Antigua (2ª, km. 148, 17.12). De ahí se baja a Zumarraga, que desde las doce de este mediodía empezará a recibir a los participantes.

También puede marcar alguna diferencia la segunda etapa de mañana con llegada a Lekunberri, tras un final idéntico al que en 2004 llevó a Denis Menchov a encarrilar su triunfo en la prueba al atacar en Azpiroz y llegar a meta con trece segundos sobre un grupo que encabezaba Samuel Sánchez. Entonces era una etapa corta de 88 kilómetros. Mañana son el doble y se sube dos veces Azpiroz, un puerto de 3,2 kilómetros al 8,5% de pendiente media, pero que en los dos últimos supera el 10% y desde Tolosa la carretera pica para arriba y se irá rápido.

También en la tercera etapa los organizadores han situado el puerto de Altube, de 2ª, a once kilómetros de meta, pero no se esperan diferencias entre los favoritos. Sí las habrá el jueves en Arrate, donde Samuel Sánchez consiguió la primera victoria de Euskaltel de la pasada temporada. En los últimos 60 kilómetros se suben. al igual que en 2010, Karabieta (2ª), Miota (3ª), Areitio (3ª), Ixua (1ª), San Miguel (2ª) y Usartza (1ª), que es la misma subida que Ixua, con la diferencia de que se coge el cruce que conduce al santuario de Arrate. Son seis kilómetros al 8,5% que los escaladores deben aprovechar para distanciar a los especialistas en la contrarreloj.

La etapa del viernes también presenta la subida de Beci a doce kilómetros de meta, pero los equipos con sprinters que pasen bien la media montaña deberán aprovechar esta llegada y la de Murgia para buscar una victoria. Por si no había suficiente montaña en el resto de las etapas, la crono final de Zalla presenta dos ascensos a Avellaneda y Beci, a los que sumar la pequeña subida de Herrera. Es la misma crono que en 2006 dio la victoria a Gómez Marchante y en 2009 permitió a Contador aventajar en 22 segundos a Colom y en 45 a Samuel.

Samuel y los favoritos

Aunque en 2006 perdió allí sus opciones a la victoria, este precedente demuestra que la crono que discurre por unas carreteras que conoce al milímetro no debe ser un hándicap para el líder de Euskaltel como lo fue la de la París Niza en la que Tony Martin cimentó su triunfo.

El asturiano busca su primera victoria en la prueba y es el gran favorito junto a Chris Horner, que defiende el triunfo del año pasado e incluso llega más fuerte, como lo ha demostrado en la Volta al acabar cuarto. El recorrido le va tan bien como el del año pasado, aunque esta vez saldrá como favorito.

Los Schleck tienen el hándicap de la crono, pero Frank ya ha ganado el Criterium Internacional tras hacer una buena contrarreloj -con polémica por el artilugio que «La Gazzeta dello Sport» ha denunciado que utilizó para mejorar su aerodinámica de manera antirreglamentaria-. Además, Gesink fue capaz de superar a Evans en la crono de la Tirreno, donde fue segundo en la general, y también hay que incluirlo entre los favoritos al triunfo, como a Basso, que viene a disputar la general, como Dani Martin -tercero de la Volta-. Klöden ha ganado la crono del Criterium Internacional y acabó segundo París Niza. Leipheimer iba segundo en la Volta hasta que no pudo salir el último día por un problema gástrico. Allí también Urán y Tondo acabaron quinto y sexto... No sólo están los mejores, todos llegan en su mejor forma.

Junto a ellos, Beñat Intxausti se perfila como la principal esperanza vasca, aunque asume la dificultad de repetir el podio de la pasada edición. En la Volta no ha estado con los mejores, pero la motivación no será la misma.

En total serán 17 los vascos que participen. Todos los del Euskaltel tendrán la misión única de trabajar para Samuel, pero Amets Txurruka intentará colarse en alguna fuga y encontrar las piernas que le llevaron a tener una gran actuación en la pasada edición hasta su desgraciada caída de Aia. Garate e Irizar también trabajarán para sus líderes y el resto intentará dejarse ver, sobre todo los corredores del Caja Rural como Egoitz García y Gari Bravo que debutan en su carrera y querrán dar presencia a su equipo. Pero el nivel de los participantes y la dureza de la prueba son tan altos que será difícil hasta entrar en una fuga. Por eso el espectáculo está garantizado desde el inicio.