Los errores propios tumbaron a un Osasuna que no estuvo bien en defensa, perdió balones en medio campo que resultaron mortales y no tuvo el mando en propio estadio. La derrota ante el Atlético, además, baja de la nube a un entorno que ya se había olvidado del verdadero objetivo del equipo que, como se pudo ver, va a ser muy trabajoso conseguirlo a la vista del calendario que resta.

A los encarnados les costó despertar un cuarto de hora porque el Atlético saltó mejor posicionado en un césped que tuvo que aguantar el aguacero vespertino. Los de Mendilibar salieron con la precaución de no dejarse sorprender a la contra por los colchoneros, quienes se hicieron con un dominio que, sin embargo, no fructificó en peligro. Fue una primera fase más bien tediosa con mucho centrocampismo y toque, pero poca llegada al marco rival.

Hasta que llegó la triple ocasión seguida de Soriano, que le dio un vuelco al ritmo del choque. Los madrileños se sintieron amenazados, replegaron líneas y Osasuna se sintió más cómodo. El maño debió adelantar a los rojillos, pues a la media hora dispuso de otra muy clara a pase de Nelson. Fue la antesala del estreno en el electrónico.

Los rojillos golpean primero

Cejudo, que ha sido todo un acierto de fichaje y explotó las carencias de una banda izquierda visitantes formada por ex osasunistas -Antonio López y Raúl García-, dio un medido centro raso a Kike Sola para que el cascantino continuara con su racha goleadora, tres dianas en los tres últimos encuentros. El tanto del ribero fue el broche perfecto a una jugada completa al primer toque que se inició desde la zaga navarra.

Fueron los mejores minutos de los anfitriones ante un Atlético que se vio sacudido por el gol encajado, pero en sus filas tenía a Diego Costa, un futbolista dispuesto a hacerse un hueco en la difícil competencia de la vanguardia colchonera. El brasileño, que debió ser expulsado tras dar sendos puñetazos a Lolo a la salida de un corner, había avisado ya con sus diagonales -en una de ellas se plantó sólo ante Ricardo, con quien sufrió un choque de rodillas- y acabó por materializar la del minuto 38, en la que Lolo se quedó enganchado a la hora de hacer el fuera de juego.

Revolcón colchonero

El duelo entre Soriano y De Gea tuvo su continuidad en la segunda mitad, con el cancerbero como claro vencedor. El centrocampista rojillo volvió a poner a prueba los reflejos del meta en el 51 cuando peinó una falta e hizo volar al portero para sacar una providencial mano y enviar a corner. Pero fue un espejismo porque los de Mendilibar ofrecieron un bajón de juego a renglón seguido que favoreció la voltereta colchonera.

Diego Costa no estaba dispuesto a desaprovechar la oportunidad brindada por su técnico y en tres minutos dejó sentenciado el envite con otros dos goles que completaron su tarde de hat-trick. Las pérdidas de balón en medio campo y la mala colocación de Lolo favorecieron el acierto del sudamericano.

Sin embargo, todo se precipitó en el último tramo, donde Osasuna tuvo incluso la ocasión de pescar en río revuelto. El penalti detenido por Ricardo y el transformado por Nekounam volvió a meter a los anfitriones en el choque, pero una nueva expulsión de Sergio dejó la esperada reacción en gaseosa. No fue el día de los centrales.

Al filo del pitido final y con inferioridad numérica todavía Camuñas pudo materializar la hombrada de no ser porque no enganchó del todo bien una prolongación de Lekic. No hubo tiempo para más en la segunda derrota casera de la presente temporada.