El arreón final en el último tramo de la segunda etapa le dio una victoria de prestigio al bielorruso Vasili Kiryienka (Movistar). El corredor se mostró «orgulloso» al cosechar este triunfo, aunque a la vez sorprendido de su estado de forma. «Estoy contento con mi estado de forma actual, pero no esperaba llegar tan fuerte al País Vasco porque estoy pensando también en el Giro de Italia», reconoció el vencedor tras la prueba.

«No tenía previsto arrancar ahí, pero he visto que la gente iba bastante justa y en el descenso he dado un relevo fuerte, he visto que tenía unos metros y me he ido marchando poco a poco», continuó.

El equipo Movistar no cuenta con un líder claro para la general debido a la ausencia de Alejandro Valverde, aunque Kiryienka señaló que disponen de «bastante gente para aprovechar» jornadas como la de ayer. Y es que «estamos todos cerca, en muy pocos segundos y cualquiera de nuestro equipo puede optar a la victoria: David López, Beñat Intxausti, Xavi Tondo, yo mismo. Hoy hemos atacado todos y nos ha salido bien».

Lograr una victoria siempre es bonito, pero lograrla «cerca de casa», aún más. «Llevaba dos años sin ganar y ya me tocaba después de tanto trabajo para el equipo, al que quiero darle las gracias. Hoy (por ayer) estaba muy cerca de casa -vive en Iruñea- y éste suele ser un lugar de entrenamiento habitual para mí, por lo que conocía el terreno a la perfección».

Por su parte, Samuel Sánchez declaró que la etapa fue «extenuante, he llegado muy justo y no he tenido fuerzas para esprintar más». Y es que, según el asturiano, era «un recorrido quebrado, se ha ido muy rápido, ha hecho calor... Son días en los que tienes muchas ganas de cruzar la línea de meta y respirar un poco. Azpiroz se ha subido muy rápido en la parte decisiva de la jornada».

Purito Rodríguez tampoco se anduvo por las ramas: «En Azpiroz pegaba el aire de cara y ha habido un momento en el que me he quedado cerrado y he gastado todos los duros para coger a los que iban por delante».