Samuel Sánchez logró ayer su segunda victoria consecutiva en Arrate tras una subida final muy táctica en la que Tondo y Frank Schleck fueron los únicos favoritos que se movieron, lo que provocó que llegaran con el mismo tiempo a meta once corredores que se jugarán el triunfo de la Euskal Herriko Itzulia mañana en la crono de Zalla.

El asturiano se limitó a buscar el triunfo de etapa porque no se encontró con buenas sensaciones durante toda la etapa y porque el viento tampoco animaba a intentarlo. Horner trabajó para Klöden sin atacar como hizo en las dos primeras etapas y Joaquim tampoco lo intentó.

Los únicos que plantearon batalla en la última subida fueron los Schleck, que volvieron a hacer trabajar a su equipo en el comienzo de Arrate, pero no están a su mejor nivel y Frank no pudo aguantar el ritmo de Tondo. El catalán llegó a sacar veinte segundos al gran grupo hasta que el viento contrario y los ataques de Samuel anularon su intento justo al coronar Usartza.

El asturiano corrió con mucha sangre fría, como en las dos primeras etapas. Siempre marcha agazapado en el grupo hasta los últimos kilómetros, en los que da la sensación de ser el más fuerte, pero no ha traducido esa mayor fortaleza en ninguna ventaja. Queda la duda de lo que podía pasar si lo llega a probar en Arrate. No lo intentó porque se veía justo, como todos porque las temperaturas superiores a los treinta grados y la dureza y el ritmo de la vuelta hacen mella, pero también porque el viento no animaba a probarlo.

Primera subida a ritmo a Ixua

Katusha y Euskaltel trabajaron para endurecer la carrera, pero al empezar la primera ascensión al emblemático puerto eibarrés levantaron el pie del acelerador porque ni sobraban fuerzas a los dos equipos para trabajar ni sus líderes se vieron con energías para seguir con ese desgaste. Fue Radio Shack el que puso el ritmo que le interesaba a Klöden y eso provocó que por el alto pasaran juntos 60 ciclistas.

Luego Euskaltel volvió a trabajar, pero Samuel en ningún momento quiso atacar y se conformó con su segunda victoria de la temporada tras la lograda el sábado en Lizarra. Ni tan siquiera quiso apurar un poco más en los últimos metros para conseguir al menos un segundo sobre Klöden, lo que le hubiera permitido lograr el liderato y tener todas las referencias mañana en la crono. Le bastó con lograr el triunfo, que no es poco.

Fue el mejor premio para la afición vasca. La subida a Ixua-Usartza resultó espectacular, parecía un puerto de Pirineos en pleno Tour. La climatología, más propia de julio que de abril, también ayudaba y los últimos kilómetros estaban repletos de aficionados que ayudaron a Samuel a conseguir el triunfo.

David López y Beñat Intxausti también estuvieron a la altura de su afición y aguantaron en el grupo de los elegidos. Llegarán entre los nueve primeros que se jugarán los puestos de honor porque hoy no se esperan diferencias en una etapa para fugas. Se sale de Eibar a las 12.50 y para el kilómetro 28 ya se han subido Areitio y Urkiola, donde probablemente se formará una fuga. Después se subirán Garate, San Cosme, Humaran y Beci, que se corona a doce kilómetros de Zalla, donde se llega a las cinco.