Itxako Ida de las semifinales de la Champions
Defensa y precisión ante el poder económico húngaro
Las amarillas quieren tomarse cumplida revancha de anteriores negativos enfrentamientos con las magiares.
Natxo MATXIN
El reto más importante de su trayectoria deportiva. A eso se enfrenta Itxako -Lizarreria, 19.00- con la visita de uno de los conjuntos más potentes del viejo continente, el Györ húngaro, en el primer asalto a una semifinal que se presenta, como no podía ser de otra forma, complicada y, al mismo tiempo, igualada, por la considerable chequera de las magiares, contrarrestada con la inmensa ilusíón de las lizartarras.
Hasta en cuatro ocasiones se han enfrentado ambas escuadras con un balance favorable para las visitantes -les eliminaron en la EHF de 2004 y el año pasado les ganaron los dos compromisos de la primera fase de Champions-, pero las amarillas coinciden en que ello fue fruto más de errores propios e intervenciones arbitrales injustas que de méritos del Györ.
«Si algo se puede decir de nuestro recorrido deportivo es que el dolor de las derrotas nos ha enseñado a crecer. Fueron nuestros fallos los que propiciaron sus victorias», ratifica Ambros Martín, técnico de Itxako, recordando lo acontecido en anteriores envites. Deficiencias que, a juicio del preparador canario, no deben repetirse en esta ocasión si se quieren disponer de opciones de llegar a la gran final.
«Debemos defender muy fuerte, como sabemos, al nivel de Champions y, por otro lado, saber controlar nuestros nervios con el balón en posesión para evitar errores y propiciar los del rival» serán las dos claves del encuentro, en opinión de Ambros Martín. «Tengo claro que los presupuestos no siempre ganan campeonatos y que las defensas son las que los igualan», añade en relación al diferente potencial económico de una y otra escuadra.
Entre algodones, Begoña Fernández y Raphaelle Tervel entraron en la convocatoria, lo mismo que la portera Adriana Gava, aunque los problemas físicos de ésta última obligaron al míster amarillo a incluir en la lista a la guardameta del filial, Maite Zugarrondo, si bien deberá descartar a dos jugadoras antes del encuentro.
Por su parte, el Györ llegó a Lizarra con toda su plantilla al completo, diseñada para hacerse con el máximo título continental, por el que lleva peleando en sus cuatro últimas edicio- nes, en las que siempre ha entrado en semifinales, e incluso en la 2008-09 llegó a la final, donde cayó ante el Viborg.
En sus filas, destaca sobre todo la portería, donde dispone de las consideradas dos mejores guardametas mundiales, ya que recientemente ha unido a su nómina a la noruega Katrine Lunden Haraldsen, quien comparte posición con Catherine Palinger, dos auténticos muros. Por si fuera poco, la dirección del juego recae sobre la fibrosa Anita Görbicz, apodada «La Maga», que fue calificada como mejor jugadora mundial en 2005.
Rival gafado
Completan un plantel de campanillas la también central Anika Kovacsics y la lateral derecha Agnes Hornyak -el Györ ha reforzado dicha posición con el fichaje de Ana Gros-, así como la brasileña Eduarda Amorim, auténtico brazo ejecutor de la escuadra húngara.
Pese a su disponibilidad económica y su potencial deportivo, las magiares todavía no han ganado ningún entorchado europeo. A las ya mencionadas recientes intentonas por hacerse con la Champions hay que sumar que ha perdido hasta en otras cinco finales. Cuatro en la EHF, en dos ocasiones contra el Viborg, su auténtico verdugo, y dos más frente al Bording y Kornexi. Además, hincó la rodilla en la final de la Recopa ante el Buducnost, que participa en la otra semifinal frente al Larvik.
Ante tanto histórico contratiempo, la ansiedad de las húngaras puede ser un factor a favor de los intereses de Itxako, libre de presión al haber llegado más lejos de lo esperado. «Estoy tranquilo porque veo al equipo bien y el público nos tiene que ayudar a ganar el partido en los momentos claves, bien cuando las cosas se nos pongan difíciles, aportando oxígeno, bien cuando sea el rival quien pase por una mala fase, metiendo más presión. En cualquier caso, la mentalidad tiene que ser la de salir a ganar en Lizarreria y en la vuelta», apuntó Martín.
El Györ juega en otra liga, al menos en lo que se refiere al aspecto económico. Las húngaras, con un presupuesto de cuatro millones de euros, cuadruplican al de Itxako, lo que les permite optar a las mejores jugadoras continentales, como han demostrado recientemente con la adquisición de Lunden Haraldsen y Ana Gros.
La escuadra magiar se puede permitir tales dispendios económicos gracias a su principal patrocinador, nada menos que la firma automovilística Audi, la cual, además de su cuantiosa aportación monetaria, suministra un vehículo a cada una de las jugadoras de la plantilla.
El Györ entrenó en la tarde de ayer a partir de las 19.00, justo después de que lo hicieran las anfitrionas, en su segunda visita a Lizarra de los últimos siete años.
Será el domingo 17 cuando se dispute el encuentro de vuelta en el Magvassy Mihaly Arena a las 17.30, cancha en la que las húngaras cayeron ante el Larvik en el último choque de la segunda fase, lo que no les impidió liderar finalmente el grupo 2. N.M.
La actuación especialmente en ataque de Alexandrina Barbosa, calificada como la mejor jugadora del torneo, será clave para que Itxako tenga la posibilidad de llegar con opciones al encuentro de vuelta.
Agotadas las 1.800 entradas de asiento, el que no desee perderse tan histórico encuentro tendrá que hacer cola para adquirir alguno de los billetes de pie, que se pondrán a la venta una hora antes de la disputa del partido en las taquillas del pabellón Lizarreria.
El Györ arribó a Lizarra después de hacerse con un nuevo título a nivel doméstico, tras imponerse en la final copera al Korvex. Las de Csaba Konkolu son, además, líderes destacadas en liga.
El equipo cadete A de Itxako se hizo con el título liguero tras ganar a domicilio a Lagunak (16-23), su máximo rival. Las de Iñaki Muñoz disputarán ahora el campeona- to estatal entre los días 6 y 9 de mayo, premio a su magnífica temporada en el campeonato doméstico.
Entre plantilla, cuerpo técnico, directivos y afición, el Györ conformó una expedición de 200 personas, que se hospedaron en un hotel de Iruñea. Las húngaras aterrizaron en la capital navarra tras desplazarse en un vuelo chárter que despegó de Bratislava.