GARA > Idatzia > Kultura

Longinotto: «Admiro a las mujeres rebeldes y me gusta seguirlas»

Los retratos humanos que realiza Kim Longinotto la han convertido en toda una referencia en el mundo del documental, con sus historias de mujeres luchadoras que no aceptan los roles y las reglas establecidas. Esta cineasta británica de largo recorrido ha sido objeto de varias retrospectivas en festivales como el de Gijón y hoy presentará su último trabajo, «Pink Saris», en el de Cine y Derechos Humanos de Donostia.

p044_f01_199x116.jpg

M. LARRINAGA | DONOSTIA

Kim Longinotto (Londres, 1952) recogerá esta noche el premio principal del Festival de Cine y Derechos Humanos que hasta el próximo viernes se celebra en Donostia, un certamen en el que las protagonistas son las películas que sacan a la luz las miserias y esperanzas de una parte importante de este planeta: los más desfavorecidos. Longinotto, de hecho, quiso dedicar este galardón «a todas las personas rebeldes» que ha podido llegar conocer durante su larga trayectoria profesional. La entrega tendrá lugar momentos antes de la proyección de su último trabajo, «Pink Saris» (2010), un retrato de Sampat Pal, una mujer hindú de baja casta creadora del movimiento Gulabi Gang (se podría traducir como Grupo Rosa), que lucha por defender a las mujeres ante las miles de situaciones injustas que viven cada día en la región de Uttar Pradesh, en el norte de la India.

«Pink Saris» es el último de la veintena de documentales que ha realizado desde 1976, entre los cuales se encuentran títulos como «Eat the Kimono» (1989), sobre la polémica actriz japonesa Hanayagi Genshu; «Hidden Faces» (1990), donde, partiendo de la escritora feminista egipcia Nawal El Saadawi, efectúa un retrato de un país; o «Divorce Iranian Style», donde cuenta las dificultades que tienen que afrontar las mujeres en Irán para poder divorciarse.

Detras de las heroínas

Longinotto tiene una especial fijación por las mujeres luchadoras y rebeldes. La mayoría de las protagonistas de sus documentales son mujeres, aunque confiesa que personalmente no se siente tan valiente como las que ha podido conocer en su carrera. «Admiro a las mujeres rebeldes y me gusta seguirlas, pero yo no soy valiente», explicó ayer la británica en Donostia. «Yo documento y doy testimonio de las cosas que ocurren. Pero no arriesgo nada; en cambio, ellas sí, todos los días». Se podría decir que, a causa de esa «cobardía», lleva a sus películas «a la gente que es capaz de querer cambiar las cosas».

«Si te centras en ese tipo de personas, podrás contar historias que sean mucho mas interesantes. Un médico con su bata blanca hablando de la mutilación genital femenina no tiene nada que ver con una mujer que la haya padecido y hable de ello», dijo Longinotto. Al rodar este tipo de documentales, uno de sus objetivos es enganchar al público como lo pueda hacer una película de Hollywwod. Son documentales, «pero siempre será más interesante que se cuente en primera persona».

Además de narrar de esa manera, la británica es partidaria de mantener un tono neutral, de forma que sea el propio espectador quien saque sus propias conclusiones. «Al público le gustan las historias que no digan qué conclusiones deben sacar. Lo que quiero es contar experiencias, no dar una charla o una conferencia», recalcó.

En sus historias no todo es blanco o negro. Los protagonistas también tienen su lado oscuro y los retratata en toda su complejidad. En «Pink Saris», por ejemplo, aunque la comunidad femenina sienta que Sampat Pal es una heroína, que lo es, la fama termina por convertirla en aquello que ella misma denuncia y odia. Ella no cree en dioses, pero en un momento del documental se define como la mesías de las mujeres, y eso le provoca más de un problema.

Dentro de tres semanas comenzará a rodar en Pakistán, un país que le interesa porque cree que se le ha «demonizado» a causa del fanatismo, pero donde también hay «personas que merecen la pena».

Danza y revoluciones para el fin de semana

Además del film «Pink Saris», hoy se ha programado un especial espectáculo de danza. Verdini Dantza Taldea es una compañía de psicodanza que trabaja con discapacitados intelectuales y en esta edición presenta su séptimo trabajo «Soy bailarín». La función será hoy a las 16.30 en el teatro Victoria Eugenia.

En la obra, la coreógrafa Isabel Verdini plantea una serie de interrogantes acerca de qué delimita una manifestación artística de la que no lo es, o de cómo la discapacidad también es fuente de expresiones artísticas. «Las personas con discapacidad son parte de la cultura», afirmó Verdini. «`Soy bailarín' es una reivindicación. Refleja la constancia que ha conseguido unir la discapacidad y la danza».

Mañana la noche comenzará con la proyección, a las 22.30 en el Victoria Eugenia, del cortometraje «3 hours», una historia de fraternidad, tragedia y venganza, la verdadera historia de un día en Bagdad. Seguidamente se proyectará «White Material», una producción francesa donde una familia blanca peleará por mantener su cafetal en medio de una revolución africana. M. L.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo