Bises y aplausos para la Orquesta de Euskadi en su visita a Aquitania
GARA | DONOSTIA
La Orquesta de Euskadi abrió la noche del pasado jueves en Burdeos su visita a Aquitania, en un concierto en el Palais des Sports en el que el público no desistió en aplausos y pateos hasta sacar del solista Luis Esnaola y de la formación vasca una serie de bises. El diario «Sud Ouest» titulaba «Vibraciones polacas» a su artículo y el programa de mano hablaba de la «universalidad de las raíces populares» a propósito de las obras programadas, con una marcada esencia foklorica polaca y eslava, que fueron dirigidas por el también polaco Michal Nesterowicz.
Tras los primeros compases de la «Pequeña Suite» de Lutoslawski llegó el «Concierto número dos» de Wieniawski donde el solista invitado Luis Esnaola tuvo que enfrentarse al virtuosismo instrumental que exige la partitura. Tras una buena entrega del ganador del prestigioso concurso de violín Pablo Sarasate, a quien precisamente estaba dedicado este concierto, el público sincronizó sus aplausos y siguió sin parar hasta que le hizo retornar al escenario. Entonces Esnaola regaló «Oinazez» de Aita Donostia.
En la segunda parte, la Orquesta en solitario se entregó a la sexta sinfonía de Dvorak, con bises y aplausos. Ayer le tocaba el turno a Arcachon, ciudad a donde la OSE acudía por primera vez.