GARA > Idatzia > Ekonomia

Crece el malestar en Sakana y Urduña ante la sangría de puestos de trabajo

El constante goteo de empresas que cierran sus puertas está generando una preocupación creciente entre los habitantes de comarcas como Sakana y Urduña, donde las tasas de paro se han disparado de forma exponencial. En Altsasu, los trabajadores de Arfe, que acaban de quedarse sin trabajo, exigieron ayer que se depuren todas las responsabilidades ante las múltiples ayudas recibidas por la empresa. Hoy se manifestarán en Iruñea.

p024_f01.jpg

A.I. - J.S. - J.B. | IRUÑEA-DONOSTIA-BILBO

Los trabajadores de Arfe denunciaron ayer la pasividad con la que el Gobierno navarro ha afrontado su caso y la pésima gestión de los responsables de la fábrica. Los tres administradores concursales han decidido que la empresa no puede ser reflotada por lo que todos se irán a la calle y, además, quedará una deuda de un millón de de euros con la administración. «Se han reído de todos, también del consejero de Industria, José María Roig» proclamaron los trabajadores.

Los 157 empleados leyeron un manifiesto en la sede de Arfe, en Altsasu, donde exigieron una solución enérgica que acabe con la sangría de puestos de trabajo que está minando el futuro de Sakana. Con el cierre de la empresa, esta comarca superará los 1.700 desempleados, lo que conlleva que posea la tasa de paro más alta de toda Nafarroa, de más del 20%, y sin previsiones de una mejoría a corto plazo.

En el caso de Arfe, el Gobierno ha estado excesivamente blando, denunciaron los trabajadores, que no se creen las explicaciones de Roig. «El Gobierno no ha utilizado las herramientas a su alcance para buscar otro tipo de soluciones», manifestaron.

Sin embargo, como recordaron ayer, el Gobierno sí intervino en Arfe, pero cuando funcionaba bien. En el año 2004, cuando todavía trabajaban en ella 200 personas, Arfe fue premiada por la Cámara Navarra de la Exportación. A partir de entonces, el negocio empezó a naufragar y empezó a colapsarse en 2009. Desde entonces hasta ahora, la empresa ha sido sometida a tres ERE. El problema, según la plantilla, está en la gestión. Ramón Arza, el gerente, y su mujer, propietaria de la empresa, Isabel Aznar, no supieron o no quisieron seguir adelante. Prometieron reflotar la empresa con un «producto estrella», una plancha secadora. El Gobierno de Nafarroa no tuvo reparos en financiar el proyecto sin detectar que estaba condenado al fracaso. El comité asegura que se desembolsaron en ayudas 600.000 euros para que, finalmente, la plancha acabara precintada por la Policía por «problema de patentes».

Puntos oscuros en la recta final

La historia negra de Arfe, empresa con mucho arraigo en la zona, donde lleva en activo 47 años, no termina con la historia de la plancha secadora. En septiembre del pasado año, cuando Arza ya debía a sus trabajadores la extra de julio, se contrató a una empresa especializada, Deloitte, para que elaborara un plan de viabilidad. Pero este plan de viabilidad jamás vio la luz y, desde julio hasta enero, los trabajadores tampoco cobraron su salario. La segunda semana de 2011, los trabajadores iniciaron una huelga indefinida hasta forzar el concurso de acreedores. De esta forma, quitaron de en medio a Arza y Aznar, y la empresa pasó a manos de tres administradores concursales desde el 10 de marzo. Esta misma semana, los administradores tiraron la toalla. La empresa no es viable incluso reduciendo la plantilla.

De los 157, sólo un retén de ocho o diez personas continuará trabajando para vender y liquidar la empresa. El Fogasa se ha comprometido a abonar el dinero restante, una cantidad considerable, dado que Arfe no pagó a sus trabajadores durante cinco meses.

Tras este mazazo, los trabajadores proclamaron que seguirán luchando, pero esta vez por el futuro de su tierra, por lo que anunciaron que se integrarán en la marcha de hoy en Iruñea, convocada por la plataforma Abian, Sakana Bizi eta Lan.

Inasa, se reabre otra crisis

En el otro extremo de Sakana, en Irurtzun, los trabajadores de Inasa se concentraron ayer por la tarde después de escuchar la propuesta de ERE mixto de los nuevos propietarios de la empresa. La firma alemana Baikap adquirió Inasa el pasado año, que pasaba por una crisis desde hacía años. Hace unas semanas, un ejecutivo de Baikap visitó las instalaciones de Irurtzun y presentó un plan que pasaba por que los trabajadores renunciaran a la cuarta parte de su sueldo, además de perder el servicio de autobús y el de comedor. La firma alemana también pretendía despedir a 26 personas.

El comité de empresa se negó a aceptar estas exigencias y la empresa les comunicó ayer el siguiente paso. Ha llevado a la mesa de negociación un ERE mixto, donde se mantienen los 26 despidos, y se plantea una reducción de jornada de tres horas para 60 trabajadores, junto con un ERE suspensivo de 62 días al año que afectaría a 150 trabajadores. Inasa se dedica a la elaboración de aluminio, tanto para uso industrial como doméstico y ya presentó un ERE en el año 2004. Con una plantilla que supera los doscientos puestos de trabajo, constituye uno de los pilares económicos de Irurtzun y Sakana..

Manifestación en Urduña

Otra comarca que se enfrenta a una progresiva desindustrialización es la de Urduña, que en la tarde de ayer acogió una manifestación bajo el lema «Urduña berpiztu, langileon eskutik» en la que se congregaron más de 300 personas para reclamar que se mantengan los puestos de trabajo, después de que el cierre de la empresa Traner dejara en la calle a 130 personas.

Los sindicatos ELA y LAB, convocantes de la movilización, recordaron que la clausura de Traner ha supuesto el cierre de «la última gran empresa industrial» de la ciudad de Urduña. «Un nuevo golpe para la hoy casi extinguida industria urduñesa», apuntaron. Es el último caso ya que, en los últimos años, y tras drásticas restructuraciones de plantilla que ya supusieron la pérdida de numerosos puestos de trabajo, han cerrado sus puertas las empresas Somolsa y Muebles Lao. Así, según denunciaron los sindicatos, desde la década de los 90 hasta hoy, «la triste suma arroja la pérdida de más de 1.500 empleos».

De esta forma, en la actualidad no hay industrias en Urduña que cuenten con más de 20 trabajadores y entre las empresas industriales que subsisten «es manifiesta la pérdida progresiva de empleo, como es el caso de la empresa Coverclim».

Ante esta situación, ambos sindicatos exigieron a las administraciones e instituciones públicas «una apuesta seria y decidida a favor de la promoción industrial y de la creación de empleo de calidad».

«Marcha fúnebre» contra el ERE en Ingemar de Usurbil

Los trabajadores de la empresa Ingemar de la localidad guipuzcoana de Usurbil, en huelga desde el pasado 14 de marzo, se manifestaron ayer en Donostia contra el ERE de suspensión de contratos por el que se ven afectados 127 trabajadores de los 157 que conforman la plantilla. Dentro de ese expediente, la dirección plantea la extinción de 60 puestos.

Los trabajadores de Ingemar, dedicada a la transformación y manipulación de piedra y granito, se manifestaron desde el estadio de Anoeta hasta el Boulevard y simularon una marcha fúnebre mediante la cual denunciaron «el desmantelamiento sistemático de la planta que está llevando a cabo esta dirección con el fin de dejarla morir poco a poco».

Aralar, EA, EB, Alternatiba y la izquierda abertzale se sumaron a la manifestación y pidieron al Gobierno de Gasteiz que no apruebe el expediente de regulación de empleo, al considerar que su único objetivo es tratar de «deslocalizar» la producción para llevarla a lugares con peores condiciones laborales. «El objetivo es claro: cerrar poco a poco una empresa que funciona bien», indicaron. GARA

«TRISTE SUMA»

Los sindicatos ELA y LAB, que convocaron la movilización de Urduña, recordaron que desde la década de los 90 hasta la actualidad, «la triste suma arroja la pérdida de más de 1.500 empleos». Los últimos, los 130 de la empresa Traner.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo