Prioridad y urgencia
El militante independentista elgoibartarra Mikel Ibañez falleció ayer tras una grave enfermedad. Su compromiso con este país le llevó al exilio, conoció las extradiciones y expulsiones, las cárceles francesas y españolas. Sufrió un coma hipoglucémico, un ataque al corazón y estaba aquejado de cáncer. Y a pesar de todo, la crueldad con la que se emplearon contra él bien puede considerarse como un acto criminal. Con el pretexto de que «no estaba abatido por la enfermedad», volvieron a encarcelarlo para liberarlo finalmente con estrictas prohibiciones cuando su suerte ya estaba echada y certificada. Son 22 los militantes vascos muertos por una política penitenciaria diseñada para la guerra y con clara intención de condicionar el desarrollo de la política en Euskal Herria. Y como a Mikel Ibañez, hoy retienen a presos vascos enfermos sin otro motivo que ensañarse para cerrar todos los respiraderos a la esperanza en un tema enormemente sentido y que requiere soluciones sin más demora.
Paralelamente, ayer se presentó el movimiento Egin Dezagun Bidea, que nace con el propósito de avanzar hacia la amnistía «paso a paso» y «desde ya mismo». En efecto, es prioritario y urgente hacer que el proceso de liberación de presos arranque y lo haga con bases sólidas. Exige por parte de todos, empezando por el colectivo de presos, movimientos pro amnistía, agentes políticos y terminando en el conjunto de la sociedad vasca, iniciativas de impacto, anticipación y pasos concretos que reviertan la presión al Estado, que vayan construyendo un nuevo esquema sin tabús. Evidentemente, deberá ser compatible con una nueva política también en otros temas, por ejemplo el de las víctimas, al que debe exigirse que funcione en la práctica y sea portadora de las buenas noticias que tanto merece este país.
La liberación de los presos vascos no está condicionada a la existencia de un acuerdo político resolutivo. Puede y debe ponerse en marcha si se toman las decisiones que hay que tomar. Puede y debe hacerse desde una decisión colectiva, de manera acordada, ordenada y concretable en un tiempo razonablemente corto.