Greenpeace anunció ayer que no descarta emprender acciones judiciales si la construcción del puerto exterior de Pasaia se inicia «sin el perceptivo informe ambiental».

La organización ecologista mostró su rechazo al protocolo suscrito entre los gobiernos autonómico y español, la Autoridad Portuaria y la Diputación para construir la citada infraestructura, así como para regenerar la bahía pasaitarra.

Indicó que, «a pesar de que se han recibido más de 8.000 alegaciones en contra del puerto exterior», recogidas por la Plataforma Jaizkibel Bizirik, el citado acuerdo «da por hecho que se construirá el puerto exterior y no contempla que es posible la alternativa 0»; es decir, «la reordenación de la actual superficie portuaria para la regeneración de la bahía».

Además, criticó que, en el protocolo suscrito, se cita el Plan Director de Infraestructuras del Puerto de Pasaia que «actualmente está en fase de evaluación ambiental para su aprobación definitiva, sin analizar ni siquiera que esta evaluación ambiental puede rechazar la alternativa de construcción del puerto exterior».

«Incongruencia»

Greenpeace recordó que, en las alegaciones que presentó en plazo al Informe de Sostenibilidad Ambiental, se recogía que «la incongruencia del proyecto era tal que no contemplaba las estrategias mundiales de adaptación y evaluación sobre el Cambio Climático».

«El puerto no tiene justificación económica y tiene su principal razón de ser en el asentamiento de instalaciones energéticas contaminantes, ya que el tráfico principal del puerto será carbón para la central térmica», aseguró la organización.

Finalmente, lamentó que las administraciones están «siendo partícipes de una política de hechos consumados, encaminados a construir sí o sí la dársena exterior sobre un Espacio Natural Protegido sin la preceptiva autorización ambiental».