Revueltas en el mundo árabe
París y Roma se enfrentan por la respuesta a la ola de refugiados
GARA | MILÁN
La oleada de refugiados procedentes del norte de África que ha llegado en las últimas semanas a las costas italianas ha enfrentado a los gobiernos italiano y francés después de la decisión de Roma de otorgar un permiso temporal de residencia a los inmigrantes tunecinos.
Italia firmó el martes un acuerdo con Túnez para otorgar permisos de estancia temporales a los que llegaron hasta el 5 de abril, pero repatriará a los que lleguen a partir de esa fecha. Esta medida ha desatado al ira del Estado francés. El ministro francés de Interior, Claude Géant, criticó que estos permisos permitirán a los refugiados circular por todos los estados el espacio Schengen, y teme que su destino sea sobre todo el Estado francés.
«Para circular por el interior del espacio Schengen no es suficiente tener una autorización de estancia en uno de los estados miembros. Hace falta, además, tener documentos de identidad, y sobre todo, justificar recursos», afirmó el ministro galo, avisando de que el Estado francés no estaba dispuesto a «sufrir una ola de inmigración proveniente de Italia».
Alemania se sumó ayer a esta disputa. El ministro del Interior alemán, Hans-Peter Friedrich, también consideró que los permisos temporales de residencia que el Ejecutivo italiano entregará a los inmigrantes tunecinos son contrarios al tratado de Schengen. Ayer, Géant dio a entender que las diferencias se habían superado con un acuerdo «satisfactorio» con su homólogo italiano, Roberto Maroni, sobre la interpretación de Schengen. El ministro francés reconoció que la autorización permite la libre circulación por los estados del Tratado, pero matizó que «limita las condiciones», insistiendo en la necesidad de un documento de viaje y recursos mínimos.
Más claro fue al afirmar que «ni Italia ni Francia tienen vocación de acoger a los inmigrantes tunecinos». Los ministros italiano y francés acordaron organizar «patrullas conjuntas aéreas y navales sobre las costas tunecinas para bloquear la salida de inmigrantes», y estudiar planes de repatriación voluntaria o por la finalización del permiso.
Van a llegar más
Desde la caída del presidente Zine El Abidine ben Ali en Túnez y la revuelta en libia, más de 25.800 inmigrantes han desembarcado en Italia. Pero aún van a llegar muchos más. Decenas de miles están cruzando el Mediterráneo huyendo del conflicto en Libia. La comisaria europea de Asuntos Interiores, Cecilia Malmström, advirtió de que los refugiados que han salido de Libia huyendo de la guerra y que en un primer momento han ido a los países vecinos, llegarán también a Europa.
En una entrevista publicada por «Le Monde», Malmström recordó que ya son 450.000 las personas que han huido de Libia, de las cuales 225.000 han pasado a Túnez: «Es evidente que el éxodo se hará primero a los países vecinos, pero también a Europa. Hay que prepararse».
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados cree que se está generando una situación «tan sumamente grave, que todos los países de la UE» van a tener que acoger refugiados. Pidió que la tradición de rescatar a los barcos en el mar prevalezca sobre las diferencias entre países.
El Gobierno libio de Muamar al-Gadafi reconoció ayer que tiene en su poder al fotógrafo freelance asturiano Manu Brabo y a otros tres periodistas desplazados para cubrir la guerra en Libia, y anunció su puesta en libertad.
Así informó a Efe Peter Bouckaert, portavoz de Human Rights Watch (HRW), quien explicó que los periodistas fueron trasladados a Trípoli. Bouckaert agregó que el congresista estadounidense Curt Weldon tenía previsto reunirse con Gadafi, y concretar la puesta en libertad del grupo de periodistas, integrado, además, por dos estadounidenses y un sudafricano.
Los cuatro periodistas fueron detenidos el martes pasado por tropas gadafistas cerca de Brega, a más de 1.200 kilómetros de distancia de Trípoli. Una vez sean puestos en libertad en la capital libia podrían salir del país bien en el avión del congresista o por carretera hacia Túnez, añadió. Los periodistas quedaron en poder de las tropas leales a Gadafi tras detener el automóvil en el que viajaban mientras se producía un cruce de fuego de artillería.
Manu Brabo, nacido en 1981, trabaja como fotógrafo freelance colaborando con diferentes medios en diversos lugares del mundo, entre ellos GARA. Ha cubierto el conflicto palestino-israelí y el terremoto de Haití y desde hace un mes se encontraba en Libia.
El anuncio del Gobierno libio fue confirmado a la familia de Brabo por la propia Human Rights Watch y por el Ministerio español de Asuntos Exteriores. La familia se mostró «más tranquila y esperanzada tras esta noticia y por el inicio de las gestiones diplomáticas por parte de la Unión Europea para negociar su liberación, después de una noche de tensión al desconocer su paradero.
«Por lo menos ya no está desaparecido», destacó su padre, más aliviado, y «eso nos hace estar un poquito más tranquilos y esperanzados» ante la perspectiva de que pueda ser liberado próximamente.
El Ministerio español de Asuntos Exteriores informó a la familia que está llevando a cabo gestiones a través de la embajada húngara en Trípoli, ya que Hungría ostenta durante este semestre la presidencia de la Unión Europea y es de los pocos países que aún mantiene una delegación diplomática en la capital libia. GARA