A Francesco Gavazzi la decisión de los jueces de descalificar a Óscar Freire le dio la oportunidad de apuntarse una victoria de etapa. «No puedo hablar porque no he visto el sprint de Freire, yo iba por la izquierda y el por la derecha. Estoy feliz por ganar, pero no he visto lo que ha pasado», insistió el más beneficiado. Freire, por el contrario, se mostraba indignado. «Es una vergüenza, no me lo espera ni yo ni nadie. A Gavazzi le he dicho que si no le daba vergüenza subir al podio porque iba conmigo a 200 metros de la llegada y yo he sido mas rápido», explicó Freire nada más conocer el veredicto del jurado.

El cántabro manifestó también que el propio corredor italiano le aseguró que no fue él quien reclamaó a los jueces sino el director del equipo Lampre, Maurizio Piovani. Antes de conocer su descalificación, Freire explicó su versión de la acción que motivó la protesta del equipo italiano, una palmada en el trasero por parte de su compañero Luis León Sánchez a unos 200 metros de la llegada.

«Me ha tocado para decirme 'pasa', pero no hay que darle mayor importancia porque era él el que me estaba cerrando. Todavía quedaban bastantes metros para la meta y ha sido en los últimos 100 cuando he sacado la diferencia, no cuando me ha tocado. Sólo faltaba que me quitaran la etapa» y así fue para el tripe campeón mundial.

Purito se da por satisfecho

Joaquim Rodríguez, por su parte, no se ve como ganador final. La contrarreloj con la que concluirá la ronda hoy en Zalla es la causa. «La verdad es que no soy un gran contrarrelojista y por lo menos saldré tranquilo de que nadie me va a doblar», bromeó do el corredor catalán que ejerce de líder.

Pase lo que pase en la última etapa, Purito calificó la semana de «espléndida» y aseguró que va a acabar la ronda vasca «supercontento. He ido de menos a más. Venía con mucho miedo por cómo me iba a encontrar y salgo muy contento de cara a las clásicas», insistió el corredor del Katusha que incluso ve difícil acabar entre los diez primeros.