Cinco civiles palestinos y cuatro milicianos murieron ayer a consecuencia de ataques aéreos israelíes en la Franja de Gaza, controlada por el movimiento islamista Hamas, que había anunciado una nueva tregua después de una jornada de intercambio de disparos.

Con este balance del que dio cuenta Europa Press a última hora del día, se eleva a 14 el número de víctimas mortales palestinas en 24 horas de ofensiva sionista y represalias por un disparo de misil que impactó en un autobús escolar el jueves en Israel e hirió gravemente a un adolescente. Ese ataque, según el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, «ha cruzado la línea roja».

«El Ejército israelí respondió inmediatamente durante la noche y seguirá actuando con determinación», advirtió en declaraciones a la prensa desde Praga. En este sentido, subrayó que «quien intente atacar y matar a niños pone su vida en juego».

«Nosotros continuamos actuando para poner fin a los disparos de cohetes y para que quienes dispararon el misil lo lamenten», declaró a la radio de las Fuerzas Armadas el ministro sionista de Defensa Civil, Mattan Vilnai.

El Ejército hebreo admitió que, en sus ataques, resultaron heridos varios civiles, un hecho que ha achacado a que «la organización terrorista Hamas esté actuando entre los civiles, usándolos como escudos humanos».

Una de las muertes palestinas se produjo cerca de Beit Lahiya, precisaron fuentes médicas, quienes explicaron que la víctima falleció por un disparo de un misil. Otro hombre de 55 años, una mujer de 45 y su hija de 21 murieron y otros cuatro palestinos resultaron heridos en ataques israelíes al este de Jan Yunes, a poca distancia de la frontera.

Con la caída del sol, la situación, lejos de calmarse, seguía tensa en la zona, donde continuaban registrándose ataques por ambas partes. Así, fuentes palestinas informaron de bombardeos de la aviación israelí contra la Franja de Gaza, al tiempo que las autoridades de Israel confirmaron el lanzamiento de nuevos misiles desde el territorio costero.

Alto el fuego tácito

Después de un día de violencia, Hamas anunció el jueves al anochecer que había logrado restablecer el consenso obtenido el 26 de marzo entre los principales movimientos palestinos para prolongar una tregua tácita con Israel -después de una escalada sin precedentes en más de dos años- a condición de que fuera recíproca.

Así, los nuevos ataques de Israel se produjeron después de que Hamas declarara ese alto el fuego unilateral para «no dar pretexto a Israel de iniciar una nueva guerra» en Gaza, según un comunicado del Ministerio del Interior del movimiento islamista.

De acuerdo con fuentes oficiales en la franja palestina, el alto el fuego se declaró con la mediación de Turquía y Egipto.

Un representante de la Yihad Islámica precisó que esta decisión había «sido tomada después de contactos con los países árabes». De esta forma, el Hamas quiere evitar que se repita la operación israelí «Plomo endurecido» que tuvo lugar en Gaza entre diciembre de 2008 y enero de 2009, en la cual murieron 1.440 palestinos, la mayoría de ellos civiles, y 13 israelíes.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió «el cese inmediato de los disparos de cohetes», según su portavoz. La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, pidió el «cese inmediato de toda violencia», condenó los tiros palestinos contra «civiles inocentes» y «lamentó la pérdida de vidas civiles en Gaza».

Al menos ocho personas murieron ayer y cerca de un centenar resultaron heridas en una colisión múltiple en que se vieron involucrados 80 vehículos, en el noreste de Alemania, en medio de una tormenta de arena. Se teme puedan aparecer nuevos cuerpos entre la veintena de vehículos que se incendiaron tras la colisión en la autopista A19, cerca de Rostock.