Los enfrentamientos entre el Ejército iraquí y opositores iraníes refugiados en el campamento de Ashraf, al noreste de Bagdad, se saldaron con varios muertos, al menos tres según fuentes médicas citadas por AFP, y 31, según la Organización de los Muyahidines del Pueblo de Irán (PMOI). Los choques dejaron decenas de heridos, algunos de gravedad.

El portavoz del campo de refugiados, Mohamed Edhbal, señaló a Efe que más de 65 tanques y blindados y unos 2.500 militares iraquíes ocuparon Ashraf, que alberga a más de 3.500 exiliados iraníes. Indicó que los choques se iniciaron porque el Ejército iraquí instaló un puesto de control cerca del cementerio del campo y, según denunció, el asalto fue ordenado por el líder supremo iraní, ayatolah Ali Jamenei.

«Los enfrentamientos comenzaron cuando habitantes de Ashraf lanzaron piedras contra el Ejército, que acababa de tomar posición en un cementerio dentro del campo», declaró el comandante Hasan al-Tamimi, un responsable militar de Diyala, donde se encuentra ese campo. «Tres personas murieron», agregó. El Ejército iraquí aseguró no haber empleado munición real.

Este balance fue confirmado por una fuente del hospital de Baquba, capital provincial. Sin embargo, Shahriar Kia, portavoz de los disidentes iraníes, acusó al Ejército de matar a 25 residentes del campo -seis más sucumbieron a sus heridas- y de herir a 325.

El Ejército iraquí no permitía que los periodistas acercarse al campo o al hospital de Baquba.

La PMOI colgó en internet vídeos que dijo haber grabado durante el asalto en los que se ve a tropas iraquíes abrir fuego contra pequeños grupos de residentes en Ashraf, e incluso como atropellan a uno con un vehículo militar, informó Europa Press.