Los consejeros de Banatuz (clientes) y de los municipios de la izquierda abertzale remarcaron que el balance presentado ayer ante la asamblea sólo recoge los resultados del grupo consolidado y no los de Kutxa, por lo que difícilmente podían ser sometidos a votación, hecho que calificaron de ilegal, por lo que se reservaron la adopción de medidas legales.

Este grupo de consejeros alertó asimismo de la existencia de una serie de desajustes en apartados como el de las remuneraciones de los cargos directivos, ya que en el balance presentado a la asamblea se cifran en 3,09 millones de euros, cuando en el informe presentado a la CNMV se reducen a 2,85 millones. Los representantes del Consejo de Administración eludieron aclarar este punto amparándose en la Ley de Protección de Datos y en la inexistencia de un reglamento específico.

Beneficios y obra social

En el turno de las votaciones, el punto referido a las cuentas anuales y al informe de gestión del Consejo de Administración obtuvo el apoyo de sólo 49 de los 100 compromisarios, registrándose 19 votos en contra y 21 abstenciones.

Según estos datos, Kutxa obtuvo el pasado año un resultado de 69,42 millones de euros, un 31,5% menos que el ejercicio anterior. De esa cantidad, 44,42 millones de euros se destinan a reservas y los 25 restantes al fondo de la obra social. Este apartado ascendió un año antes a 29,9 millones de euros, en 2008 a 39,4 millones y en 2007 a 54,1, por lo que los compromisarios de la izquierda abertzale solicitaron que al menos se mantenga la cantidad de 2009 y que la misma vaya destinada a la promoción de vivienda social en alquiler. La propuesta no fue admitida pese a contar con el apoyo del 20% de los consejeros, hecho que calificaron de ilegal.

Sí se aprobó la autorización al Consejo de Administración para «redistribuir partidas»de la obra social y realizar «cualquier obra o actividad nueva que no esté incluida en el presupuesto» sin el apoyo de la asamblea, con un montante máximo del 20%, es decir, 5 millones de euros, modificación que fue rechazada por los consejeros de la izquierda abertzale.

Este grupo de compromisarios aseguró que negar información a la asamblea supone actuar con «ocultismo y falta de transparencia». En este sentido, añadió que la venta del Oncológico, denunciada hace varias semanas, «constituye un claro ejemplo de la usurpación de funciones a esta asamblea», ya que nunca ha sido tratada por este órgano.

En referencia al anuncio de fusión, los compromisarios de Banatuz y los de los municipios de la izquierda abertzale reiteraron la necesidad de garantizar la transparencia y los cauces de participación, con el fin de que todas las propuestas, incluso las contrarias al proyecto, tengan las mismas oportunidades.