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Final del Campeonato de Parejas de Promoción

Olaetxea-Albisu piden sitio

El zaguero comenzó mandando y el gancho del delantero de Lizartza decidió en los momentos críticos.

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OLAETXEA-ALBISU 22

GORKA-MERINO 16

Jon ORMAZABAL

Si el campeonato cuya final se disputó ayer en el Beotibar de Tolosa realmente hace honor a su nombre, Mikel Olaetxea y Jon Ander Albisu reivindicaron con su partido un hueco entre los mejores. Han sido los propios gestores de Asegarce los que recientemente han manifestado públicamente que su cuadro necesita un revolcón y la pareja guipuzcoana les demostró que pueden contar con ambos cuando estimen oportuno.

Cada uno de ellos fue superior ayer a su par y se calaron las txapelas de segunda con todo merecimiento, a pesar de que, con una pelota mucho más viva y a base de alargar los tantos en busca del error, la pareja riojana llegó a ponerse a un tanto (14-13), en el ecuador del partido.

Jon Ander Albisu salió decidido a sacarse la espina tras su incursión de mal recuerdo en el Parejas de primera y fue el protagonista de un arranque de partido casi perfecto por parte de la pareja colorada, que les permitió adelantarse 9-2. Con sus largos brazos, el zaguero de Ataun soltó brillantes y largos pelotazos, dominando en todo momento a un Merino I al que le costó mucho gozar una pelota y entrar en el partido.

Olaetxea también aprovechó a la perfección el dominio de su zaguero, con lo que a los azules les quedaba poco más que esperar a los pocos fallos que cometían los guipuzcoanos.

Cambio de pelota

Sin embargo, los riojanos, que habían ganado en todos los precedentes jugados entre ambas parejas, no estaban dispuestos a vender tan barata su derrota y encontraron en el material un punto de inflexión con el que volver a un partido en el que todavía no habían entrado.

Con una pelota mucha más viva, Merino comenzó a entrar en juego, mientras que Jon Ander Albisu no era capaz de amoldarse a la nueva situación y comenzó a cometer errores. Aprovechando que el ataundarra ya no conseguía ponerse a la pelota, Gorka también dejó destellos de calidad y rabia y los de Aspe se acercaron en el marcador hasta un inquietante 14-13, a base de endurecer y cargar el juego a los cuadros de atrás.

En este único momento de crisis, Mikel Olaetxea tiró de galones y veteranía -era el único que había jugado y ganado una final en profesionales- y se echó el peso de la pareja a sus espaldas. Con una gran dejada al ancho impidió el empate y Albisu le siguió con una gran volea a la misma zona que despegaron.

En los moemntos más comprometidos el de Lizartza sacó brillo a su gancho de izquierda, jugada con la que convirtió un total de seis tantos y con la que decantó la balanza a su favor, aunque el punto final lo puso una pasa de saque de Gorka.

 

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