Con el Errobi estamos ante el principal río que recorre en su totalidad el suelo de Iparralde. Sus aguas vierten en el Aturri-Adour, en el corazón de Baiona, después de un largo recorridos por las tierras de Garazi, Bidarrai y Ustaritze.

El itinerario que se propone bordea por las alturas el barranco donde tiene sus fuentes este caudaloso río. Se encuentran justo en la cara norteña de la divisoria principal de aguas que vierten al Mediterráneo y el Atlántico. En esta ocasión podremos disfrutar de un paisaje completo desde los altos y las empinadas laderas que encierran este barranco, donde se encuentra la emblemática cueva de Harpea, un lugar bucólico.

En forma de bucle y asequible en cualquier época del año -siempre y cuando impere el sol dado el importante índice de pluviosidad de esta zona-, el itinerario se inicia en el escondido lugar de Beherobia, situado en la cabecera del valle de Esterenzubi.

El punto de inflexión de este recorrido circular se encuentra en los collados de Errozate y Organbide, lugar de paso tradicional de contrabando de ganado entre el corazón de Irati y Orbaitzeta. La presencia de vestigios prehistórico en Organbide y Azpegi atestiguan la presencia en estas montañas la existencia de un primitivo pastoreo. No muy lejos de allí se encuentran los restos de la torre-trofeo de la época del emperador romano Pompeyo.

La excursión se inicia en Beherobia (329 m.), en el desvío del carretil que sube al collado de Organbide, situado a la izquierda de una nave ganadera. A su izquierda, un amplio camino nos permitirá alcorzar los 8 kms que nos separan del collado. Bajo la penumbra de un denso hayedo y fornidos avellanos saldremos a una zona herbosa, lugar donde veremos emerger el Errozate.

Sin dejar de ganar altura se alcanza en una de sus curvas el carretil de Organbide. Sin pisar el asfalto el itinerario continúa por una pista de tierra para una vez pasado bajo un hayedo desembocar en la borda de Martxadenea (702 m.), asentada en un rellano herboso. Sin entrar en la finca bordear junto una alambrada hasta situarnos en la parte superior de unos prados y continuar junto a la fila de unos avellanos hasta el otro extremo. Aquí hemos de cuidar el enlace con una senda que tras un nervioso culebreo por fuerte pendiente nos llevará ante una cerrada curva de la carretera, en un saliente de la montaña (917 m.).

Una vez en la carretera seguir por ella utilizando algunos alcorces, siempre por terreno llano y herboso, donde hay una borda y parapetos de caza. La panorámica se amplia hacia Errozate-Okabe-Arbaila. Una vez en el amplio collado de Organbide (990 m.) estaremos ante un cruce de pistas que llevan al barrio de la fábrica de Orbaitzeta y al emblemático rincón de Harpea. Antes habremos dejado el desvío del carretil que lleva a Arnegi.

Aquí un notable dolmen queda ultrajado por la muga 212. Cercano queda una recreación de un gigantesco cromlech. Sin abandonar el lomo herboso de la divisoria de aguas principal, seguiremos sin senda definida por encima del carretil de Harpea hasta perderlo de vista en la rinconada del barranco.

Tras salvar las inapreciables cumbres de Saiarre-Zalbetea (1118 m.), Ozalo (1123 m.) y situarnos en el paso de Eskanda, saldremos al camino que une los collados de Orion y Errozate. Con girar a la izquierda y seguir la traza del camino, donde hay algunos puestos de caza y abrevaderos, daremos pronto con una preciosa vista sobre el pico de Ori.

Con la vista puesta en Errozate y el collado situado más abajo alcanzaremos por los suaves lomos herbosos este collado que da paso a al valle de Esterenzubi. Los 1076 metros de altitud, donde está la muga 221, pasa un carretil que une Beherobia con la alta Zuberoa por el collado de Bagargiak, atravesando el corazón del Irati. Aquí, siguiendo las señales del HRP se puede acceder en media hora directamente a la cumbre de Errozate (1345 m.) evitando las lazadas del carretil que lleva a varias bordas escalonadas en la ladera.

Del collado de Errozate bajaremos por un amplio camino por las inclinadas laderas sureñas de Errozate, tapizadas de hierba. Las marcas rojas aseguran la buena dirección, se pasa por la vaguada por donde brotan las cascadas de Gohotxaro. Se deja aquí el desvío que desciende a la regata donde hay una pasarela para poder visitar la cueva de Harpea. Más abajo, una vez franqueado un farallón rocoso y algunos bosquetes daremos con la pista que lleva al visible Beherobia a donde llegaremos una vez atravesado un puente.