Fórmula uno Gran Premio de Malasia
Con KERS o sin él, a día de hoy Sebastian Vettel sigue siendo el más rápido
El piloto alemán sumó un nuevo triunfo tras controlar la carrera en todo momento. Al margen de su superioridad, el espectáculo se formó atrás, con numerosos adelantamientos y cambios de posición.
Imanol CARRILLO
Las semanas pasan, y con ello los cambios alrededor de este enorme mundo llamado Fórmula Uno. Pero lo que de momento no cambia es el dominio absoluto de Sebastian Vettel, que ayer volvió a liderar de principio a fin el Gran Premio de Malasia. El alemán suma ya cuatro victorias consecutivas, teniendo en cuenta las dos últimas de la temporada pasada.
Después del primer Gran Premio de esta temporada disputado en Australia, estas dos últimas semanas habían servido a los equipos para seguir la puesta a punto de sus monoplazas, insertando mejoras que pudiesen alcanzar el nivel de los Red Bull. Equipos como Ferrari admitieron durante todo el fin de semana que los cambios no serían considerables aún. Y el resultado de la escudería italiana es evidente: el brasileño Felipe Massa fue quinto y el asturiano Fernando Alonso, sexto.
Red Bull, por su parte, llegaba a Malasia con la incertidumbre de si habría instalado en los bólidos de Vettel y Webber el famoso KERS que tanto está dando que hablar. Los dos pilotos no mostraron sus cartas hasta la tercera ronda clasificatoria del sábado, donde exprimieron al máximo sus coches. Ahí logró Vettel la pole, aparcando por un instante el debate sobre la utilización del mencionado KERS.
Pero lo curioso es que incluso la televisión tampoco facilitó durante todo el fin de semana si se había instalado o si utilizaba este artilugio, hasta que llegó la importante carrera.
La diferencia del KERS
Mención especial se merece la salida, ya que fue uno de los momentos más intensos de la prueba. En la primera curva del circuito se formó un tapón de coches intentando adelantarse mutuamente. El alemán Nick Heidfeld y el ruso Vitaly Petrov realizaron una estupenda maniobra de arranque, que les llevó a las primeras posiciones al relegar a varios pilotos.
Vettel también arrancó de manera perfecta, manteniendo el liderato al utilizar el KERS. En ese momento se vio, en cambio, que Mark Webber no lo utilizó -tras la carrera reconoció que tuvo un problema con ese sistema y con la caja de cambios-, ya que perdió muchas posiciones nada más ponerse el semáforo en verde.
A partir de ahí, ambos pilotos tomaron caminos bien diferentes. Para Vettel, la carrera no tuvo casi historia. Se instaló en la primera posición al darse la salida, administró su ventaja y tan solo en dos ocasiones cedió el liderato, una vuelta cada vez, cuando se detuvo a cambiar neumáticos, a Fernando Alonso.
El único momento de inquietud, aunque no lo pareció, fue en la vuelta 29 de las 56 de que constó esta segunda prueba del mundial, cuando le avisaron por la radio para que no utilizara más el KERS.
Lo que podía haber sido un problema en este circuito, no lo fue para su Red Bull, que dos giros después hacía una vuelta rápida y cada vez se distanciaba más de sus seguidores.
Toque entre Hamilton y Alonso
Por detrás, la lucha entre los coches era más clara. Lewis Hamilton y Fernando Alonso, que tuvo que emplearse a fondo para ir remontando puestos hasta llegar a la estela del británico, peleaban para subirse al podio.
El asturiano le acosó durante dos vueltas, pero no le pudo adelantar en la recta de meta porque el alerón trasero móvil del Ferrari dejó de funcionar y como los dos pilotos utilizaban su KERS, uno para adelantar y el otro para defenderse, las posiciones no se alteraban.
Alonso lo intentó curva tras curva y a la salida de una de ellas entró en contacto el alerón delantero izquierdo con la rueda trasera derecha del McLaren y parte del apéndice aerodinámico saltó por los aires, obligando al piloto de Ferrari a detenerse en talleres para cambiar el morro del coche, lo que le hizo perder tres puestos. A causa de este hecho, además, ambos pilotos fueron sancionados con 20 segundos al final de la carrera.
Pero el podio tampoco sería para Hamilton que, con los neumáticos al límite, se detenía a cuatro vueltas del final para terminar séptimo -octavo tras la sanción- por detrás de Alonso.
Mención se merece también la lucha que mantuvieron Kobayashi (Sauber) y Schumacher (Mercedes) por la séptima plaza. El japonés se llevó el duelo.
Al final Vettel lograba una cómoda victoria, a pesar de los pocos más de tres segundos de margen sobre el británico Jenson Button (McLaren), y tercero fue Nick Heidfeld (Renault).
«No fue una carrera fácil, estoy muy satisfecho con el resultado. Amo lo que hago y ahora mismo no puedo ser más feliz. Aquí ha estado más apretado así que necesito seguir empujando, pero en el equipo sabemos que éste es el camino, así que no estoy preocupado», señaló Vettel tras la carrera.