La lucha por la dirección de la Academia española de Cine se zanjó ayer con la elección de Enrique González Macho, tras el abandono con dos años de antelación del anterior presidente, Álex de la Iglesia.

González Macho (Santander 1948) es exhibidor, distribuidor y productor de cine, además de Premio Nacional de Cine 1997, presidente de Altafilms y propietario de la cadena de cines décimotercer presidente con 256 de los 386 votos emitidos -de un censo de 996- frente a los 101 conseguidos por su oponente, Juan José Bigas Luna.

Tras conocerse la decisión, Bigas Luna manifestó que la elección de los académicos es la apuesta «más continuista», frente a la suya, que calificó de «más rompedora».

González Macho, por su parte, no quiso hablar de ganadores y perdedores y zanjó la cuestión expresando que la suya y la de Bigas Luna «son visiones diferentes y la Academia ha optado».

En una multitudinaria rueda de prensa, el recién elegido, acompañado por sus «números dos y tres», la actriz Marta Etura y la directora y guionista Judith Colell, ha manifestado que «no hay soluciones milagro» para el cine español, aunque él y su equipo se comprometen a «dar con la mejor forma» de trasladar al público cómo funciona la industria.

González Macho, dueño de Alta Films, aseguró por otra parte, que no tiene elementos para enjuiciar la Ley Sinde, que aún «son cuatro artículos sin desarrollar», aunque precisó que él apoya la normalización del acceso del internauta a los productos de la red y del creador a cobrar por lo suyo.

González Macho cree firmemente, según declaró a Efe, antes de su elección, que el cine está en un proceso de transición que, inevitablemente, pasará por internet, y asume que su gestión deberá nadar en ambas aguas mientras llega el nuevo modelo de negocio.

«Estamos en un modelo obsoleto y hay un modelo que está por llegar en el que, indudablemente, internet jugará un papel muy importante, pero no se sabe exactamente muy bien cuál va ser aún», opinó el recién nombrado presidente.