Sufrir para ganar
La mejor forma de convertir un paseo en una aventura
El cuadro gasteiztarra mostró sus dos caras. Jugó un gran primer tiempo, llegando a ponerse 17 puntos arriba, pero se vino abajo tras el descanso. Aunque Manresa se adelantara, Pau Ribas amarró la victoria.
MANRESA 83
CAJA LABORAL BASKONIA 89
Arnaitz GORRITI
Cuando Teletovic puso el 17-34 más de uno pensó que el triunfo baskonista en Manresa se iba a asemejar a un paseo dominical. Viendo el nivel de los gasteiztarras durante la primera mitad así lo parecía, desde luego.
Pero este Caja Laboral Baskonia parece tener dos caras, y una vez más se vino abajo tras el descanso. Pareció parar bien el primer golpe del tercer cuarto, pero tras una sangría de rebotes de ataque con Slokar campando a sus anchas, junto al buen hacer de jugadores como Montañez y Majstorovic, el equipo catalán daba la vuelta al luminoso, poniéndose 81-80 a falta de 50 segundos. Y con Marcelinho Huertas eliminado por faltas.
Afortunadamente, ayer Pau Ribas sí estuvo entonado. El badalonés jugó con maestría en el puesto de base, y lideró, bien anotando, bien asistiendo, la remontada de su equipo, que sigue manteniendo la cuarta plaza de la Liga y prepara el derbi del domingo que viene.
Del calor al sofoco
El calor que reinaba en la pista del Nou Congost le vino bien a un Brad Oleson que arrancó sumamente acertado. Además, de la mano de Huertas, los hombres de Ivanovic mostraron mucha paciencia en su circulación de balón, introduciendo el balón en el poste bajo y castigando las ayudas con una interesante inspiración en el tiro, a excepción de Logan, que sólo anotó dos puntos. El único debe del cuadro alavés en los primeros 20 minutos estuvo en los 10 balones perdidos.
Por lo demás, la defensa mantenía a raya a Slokar y únicamente el ex de Bilbao Basket Milan Majstorovic lograba hacer daño para los del Bagés.
Pero de la calidez inicial se pasó al sofoco. Los gasteiztarras se descentraron y dejaron que, de la mano de Montañez y los chispazos de Gladyr, su rival se arrimara a cuatro puntos: 52-56. La defensa perdía consistencia y se empezaban a conceder demasiadoas segundas oportunidades.
Por fortuna, Pau Ribas supo seguir la estela de Huertas y al fin jugó con la consistencia de un buen segundo base. De su mano y de la aparición de Barac, el Baskonia volvió a abrir brecha por encima de los 10 puntos: 59-71 al inicio del cuarto período.
El Manresa no quería rendirse, y retó a su rival con defensas alternativas y mayor dureza. Los gasteiztarras no se encontraron a gusto, y además erraron una serie de tiros libres que propiciaron el acercamiento de los locales, hasta el punto que Montañez adelantó a los suyos 81-80.
Aún restaban 50 segundos y San Emeterio sacó su carácter a pasear con un «dos más uno». En el cara o cruz final, el Manresa erró varios tiros y Pau Ribas halló el modo de que la victoria no se escapase.
Una vez más, la irregularidad salió a escena. El propio Dusko Ivanovic diseccionó el juego de los suyos afirmando que hubo momentos donde su equipo «jugó muy bien», pero que se complicó sobremanera por culpa de «perder la paciencia y la dureza».
«Creo que ha habido momentos donde hemos jugado muy bien en defensa y con paciencia en ataque, pero ha habido otros instantes donde perdimos esa tranquilidad y la dureza, tanto física como mentalmente. Y como el Manresa es un equipo que en su casa juega muy bien, permitimos que se nos complicara el partido y al final fuera un cara o cruz», dijo, a lo que añadió, al hilo de los bajones en el tercer período, «no podemos empezar esos cuartos tan flojos».
Respecto al fin de la mala racha lejos de Zurbano, Ivanovic hizo tabla rasa sobre la filosofía de su equipo. «Nosotros somos un equipo que quiere ganar. Este equipo quiere e intenta ganar un título cada año. Hemos dejado tres posibilidades y nos queda una. Que no pase ésta también depende mucho de nosotros, de nuestra dureza y concentración», aclaró. A. G.