La Real da pena en el Calderón
Sin la más mínima agresividad en el plano defensivo, el equipo blanquiazul no fue rival para un Atlético de Madrid que mereció una goleada más amplia. Filipe Luis, Mario Suárez y Agüero marcaron los goles y Bravo fue el mejor realista y evitó una goleada mayor.
ATLÉTICO DE MADRID 3
REAL SOCIEDAD 0
Joseba ITURRIA
La Real sigue sin reaccionar y lo peor no es la quinta derrota consecutiva, ni que la racha sea ya de un punto de 21, sino que este equipo da pena y no trasmite la actitud adecuada para superar la grave crisis de juego y de resultados que atraviesa.
Perder en el Calderón entra dentro de la lógica, pero no se pueden dar tantas facilidades. En la situación en la que está la Real, tiene que ser un rival incómodo y agresivo en defensa porque el principal problema a corregir ahora son los goles que se reciben, porque son muchos y cada vez que se encaja uno el equipo lo acusa demasiado.
Lasarte quiso mejorar en esa faceta con un centro del campo más defensivo al jugar con un trivote, con Elustondo por detrás de Aranburu y Markel, y sacrificar a Zurutuza, pero lejos de mejorar se empeoró. Ese sistema ayuda a ajustar el trabajo de presión porque Markel y Aranburu podían presionar a los dos pivotes atléticos y Elustondo ofrecer ayudas por detrás y controlar los movimientos entre líneas de Agüero, Reyes y Koke.
Pero ni los pivotes, ni el resto, presionaron. El equipo jugó obsesionado con no dejar espacios interiores y lo único que provocó fue que los realistas no salieran a presionar al que tenía el balón, que es lo que siempre debe hacer un equipo en defensa. Se limitaban a colocarse a dos metros para tapar huecos y el Atlético jugó a placer y recibió seis faltas en el primer tiempo.
Sin presión en el centro campo
Los tres medios centros realistas pueden cubrir mucho campo y tienen capacidad para presionar cada vez que recibía el balón un jugador rojiblanco. Para hacer buena esa presión la línea defensiva realista jugó algo más adelantada de lo habitual, pero la presión fue nula y los rojiblancos movieron el balón a placer y pudieron buscar pases a sus jugadores adelantados con facilidad.
Además el Atlético marcó pronto en un desbarajuste defensivo. Porque la Real ni defiende. Cada vez que un rival coge el balón, el jugador que esta más cerca, recula, le da dos metros y con esa distancia en Primera cualquier jugador puede dar un pase de gol. Si la Real no presiona cada vez que un rival coge el balón, si no hay ayudas, si el equipo no está bien colocado, el panorama es muy negativo. Fue significativo el enfado que trasmitió Demidov a Bravo al irse al descanso, asustado de la falta de intensidad defensiva.
Así el Atlético creó en el primer tiempo media docena de ocasiones muy claras y el 2-0 fue incluso corto para los méritos de unos y otros. La Real no tuvo ninguna oportunidad y apenas se puede rescatar un cabezazo de Griezmann a centro de Aranburu, mientras que Bravo fue el mejor jugador realista.
La segunda parte fue menos mala que la primera, hacerlo peor era imposible, pero la mejoría fue insuficiente y la Real no fue capaz de recortar diferencias para meterse en el partido. El Atlético eliminó cualquier incertidumbre con un gol de Agüero en una contra nacida en un corner sacado mal por la Real, como el que originó el 1-0.
Porque la Real, que no tiene confianza ni fútbol, debe sacar partido de la estrategia ahora más que nunca. Sacó muy mal las opciones que tuvo y las únicas oportunidades claras que creó fueron dos de Ifrán que detuvo bien De Gea. El Atlético tuvo más y mejores y sólo su desacierto y Bravo evitaron que el marcador fuera más amplio.
Lasarte compareció ante la prensa con pocas ganas de hablar del partido de ayer y muchas de trasmitir un mensaje de cara al del Sporting: «Sigo pensando que nos vamos salvar, lo de sin problemas habrá que verlo, pero confío en que la situación la vamos a revertir. Está claro que el partido del próximo domingo es muy importante y entendemos que la gente nos acompañará. No porque lo pide Lasarte, sino porque lo necesita la Real. Es un partido muy importante y espero que la gente nos acompañe».
En su análisis de la situación añadía que «tenemos un bache y las cosas no nos salen bien. Al principio estábamos en una dinámica muy positiva y ahora en una en la que las cosas no nos salen como queremos. La realidad es que no jugamos bien, la confianza y seguridad están lejos, recibimos un gol pronto y el equipo baja, pero hay que seguir y darle la vuelta. Confío en este equipo y en esta situación difícil vamos a ser capaces de resolver la papeleta que tenemos».
Para explicar el cambio de sistema que introdujo con el trivote, señaló que «nos preocupaba el juego de sus interiores, que van para dentro, sobre todo Reyes, y dejan toda la banda para sus laterales. Por eso la idea era acumular gente por dentro y colocamos a Elustondo ahí para jugar los cambios de orientación».
Del partido se limitó a decir que «lo intentamos, quisimos, pero no pudimos. Era un partido que sabíamos que era difícil porque el Atlético está en alza y nosotros no logramos salir del pozo».
Xabi Prieto habló tras el partido con Jokin Aperribay y Mikel Ubarretxena, presidente y vicepresidente realistas, y luego trasmitió que «no estamos en situación de pedir nada a la gente. Los que tenemos que reivindicarnos somos nosotros. Llevamos siete partidos sin ganar, tenemos muchas ganas de dar una alegría a la gente y estamos convencidos de que el domingo lo vamos a conseguir». GARA
La Real regresó tras el partido en autobús y tenía prevista su llegada a las 4:15 de la madrugada a Zubieta. Por eso el equipo descansará hoy para comenzar mañana a las diez en Zubieta a preparar el partido de Anoeta del domingo a las cinco de la tarde contra el Sporting de Gijón, para el que se espera la presencia de miles de seguidores del equipo asturiano.