El Ibex terminó la sesión en el punto de partida, sin movimientos y con escaso volumen. En definitiva, un día sin contratiempos reseñables en el que volvió a aparecer el fantasma de un desplome en Grecia pese al rescate. Así, el Gobierno heleno será obligado a asumir un programa de privatizaciones para recortar todavía más el déficit. Por otro lado, el precio del petróleo casi mantuvo el nivel de la jornada precedente, mientras que el euro llegó hasta sus máximos de 15 meses al alcanzar los 1,452 dólares. En el plano corporativo se aplaudieron las buenas cuentas de JP Morgan, aunque sus acciones cotizaban a la baja debido al aviso de contención futura en los dividendos tras su crecimiento en este ejercicio. Al cierre, el Ibex se paró en los 10.786 puntos, apenas un 0,01% por encima del día anterior. En Fráncfort (+1,06%), París (+0,75%) y Londres (+0,77%) las ganancias fueron superiores. Dentro del Ibex, los pesos pesados frenaron el avance, sólo Repsol e Iberdrola terminaron al alza. Un puñado de firmas -Abertis, Ferrovial, Gamesa, Endesa y Red Eléctrica- sumó más de un 2%. El mejor del selectivo fue Amadeus (+4,24%). En las caídas destacaron Telecinco (-2,69%) y OHL (-2,09%). En el CAC 40, tras dos sesiones a la baja, volvieron las ganancias. Alcatel-Lucent (+7,54%) lideró las subidas tras recibir una mejora de recomendación. Y el mismo argumento empujó a Lafarge (+2,14%). Entre los perdedores destacó Schneider, que se dejó un 0,13% pese a desmentir conversaciones para la compra de Tyco. Technip y ST Microelectronics completaron la lista de caídas.