Persecución del independentismo
Cada candidato de Bildu firmará su oposición al uso de la violencia
Cada candidato de Bildu deberá firmar su compromiso de oponerse «por todos los medios que legítimamente tenga a su alcance» a cualquier violación de derechos humanos y al uso de la violencia. Así se recoge en un decálogo preparado por la coalición. Además, Bildu denunció ayer los intentos de impugnar sus listas que están conociendo y pidió al resto de partidos que respondan también a estas amenazas.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
Bildu ha redactado un decálogo de principios que cada uno de sus candidatas y candidatos deberá firmar para poder formar parte de las listas. El documento -al que ha tenido acceso GARA- recoge una amplia serie de compromisos para la práctica de la actividad político-institucional, como el de la transparencia, la asunción de mecanismos de control interno del trabajo y la superación de situaciones de desigualdad entre hombres y mujeres.
En el contexto de amenaza de impugnación de las listas de Bildu bajo la acusación de ser sucesora o dar cabida a organizaciones ilegalizadas, cobra especial vigencia el punto número nueve del decálogo, en el que cada candidato dejará constancia firmada de su «firme compromiso de actuar utilizando única y exclusivamente vías y métodos políticos, pacíficos y democráticos».
A lo que se le añade, a reglón seguido, que dicho compromiso «lleva aparejado la oposición, por todos los medios que legítimamente tenga a su alcance, a cualquier acto o actividad que suponga agresión o violación de cualquier derecho humano y al uso de la violencia para lograr objetivos políticos».
Amenazas de Madrid
Representantes de Bildu ofrecieron ayer una rueda de prensa en Gasteiz, para salir al paso de las amenazas de impugnación de sus listas por parte del Gobierno español y la Fiscalía. El secretario general de EA, Pello Urizar, el dirigente de Alternatiba, Oskar Matute, e Itziar Amestoy, como representante de los independientes de la coalición, señalaron que sabían que su camino hacia las urnas iba a tener dificultades, pero confesaron que han llegado antes de lo esperado. Destacaron que el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, no ha podido todavía ni hacer uso de su «doble lupa», puesto que aún no se han presentado los candidatos.
Amestoy y Urizar afirmaron que la presión que se está haciendo sobre Bildu «es absolutamente impresentable e impensable en cualquier democracia europea». Denunciaron que el Gobierno español, una vez más, «por medio de las instituciones judiciales, trata de condicionar las elecciones para impedir el acceso a las instituciones a una opción absolutamente democrática». Aseguraron que «los independentistas de izquierda vemos amenazados nuestros derechos políticos».
Ha trascendido a los medios que para una posible impugnación podrían utilizarse documentos que se atribuyen a ETA, por lo que aclararon que «ETA no toma decisiones ni por EA, ni por Alternatiba ni por las personas independentistas y de izquierdas que se han sumado al proyecto».
«Alterar la mayoría»
Los portavoces de Bildu mantienen que una posible actuación contra la coalición podrá servir para «ganar cuatro años de falsa mayoría en las instituciones», pero añadieron que eso en ningún caso va a acabar con el proceso abierto hacia «un nuevo escenario político que ya se vislumbra».
Criticaron que vayan a ser «intereses ajenos a la sociedad vasca, decisiones tomadas para su repercusión del Ebro para abajo», las que cercenen «los derechos de la ciudadanía de Euskal Herria».
Los portavoces de Bildu aseguraron que van a estar en las elecciones de mayo porque «vamos a ser legales y no van a poder encontrar nada que lo imposibilite». Oskar Matute insistió en que las listas están integradas por «por hombres y mujeres libres, sin ningún impedimento para estar en las elecciones y sin ningún tipo de tacha o duda democrática».
Pero en caso de que se produjera una impugnación, Bildu considera que «la situación sería tan grave que exige también que el resto de fuerzas se posicionen sobre las amenazas con las que nos encontramos día sí y día también». Y se preguntaron «qué opinan de esto los señores López, Sanz y Urkullu. Han dicho que no quieren hacernos la campaña, ¿pero no tienen nada que decir ante el hecho de que están amenazando con no dejarnos hacer campaña?».
La rueda de prensa tuvo una nutrida asistencia de periodistas, algunos de los cuales insistieron en la cuestión del comunicado del pasado domingo y los términos empleados en él o en si era más blando o más duro que el de la izquierda abertzale.
Oskar Matute «celebró» que la polémica esté centrada en «el grado de rechazo» al tiroteo, lo que señaló como un avance. Comentó que el término «incidente» pudo no ser el más adecuado, pero destacó que lo relevante es el nítido rechazo al uso de la violencia.
Necesidad del GIC
Después llegaron las preguntas sobre especulaciones de rupturas del alto el fuego o escisiones. Los portavoces de Bildu destacaron que no tienen, ni han tenido ni tendrán, ninguna relación orgánica con ETA, por lo que no conocen cuál es su situación, pero sí saben que declaró un alto el fuego y no lo ha dado por finalizado.
En este contexto, señalaron que el paso de un escenario de violencia o otro de no violencia es difícil, tiene obstáculos y «exige un trabajo». Precisamente, por eso consideran más necesario que nunca que «el Grupo Internacional de Contacto empiece a trabajar de manera efectiva en la verificación de un desarme. Para que no haya ni violencia ni herramientas de violencia».
El decálogo de actuación incluye también algunas reglas internas. Por ejemplo, el compromiso de que «el cargo de cada persona no es propio». Quien decida «abandonar el ámbito en el que se ha presentado, no podrá mantener el cargo integrándose en otro grupo. La decisión de irse lleva aparejada el abandono del cargo y la salida de la institución».
También se explicita que «se actuará en base al acuerdo y el consenso de lo que nos une, pactando las diferencias, potenciando el conocimiento y el diálogo entre culturas políticas diferentes, actuando sobre las raíces del posible conflicto y no sólo sobre sus manifestaciones». El «método de trabajo» será «el diálogo, la negociación y el acuerdo».
Bildu, además, se compromete a dar voz a la ciudadanía mejorando la gobernabilidad y la democratización de las instituciones a renovar. I.I.
Bildu presentará hoy públicamente a sus candidatos a la alcaldía de Bilbo y las JJGG de Bizkaia. Todas las listas deben estar en la Junta Electoral antes del martes. En ese plazo se irán conociendo los candidatos del resto de territorios.
La Sala del 61 decidirá hoy si admite a trámite el incidente de nulidad presentado por Sortu y también si accede a dejar en suspenso el veto y que así pueda concurrir a las elecciones. La composición de la Sala será la misma que prohibió su inscripción, porque el cese de Rafael Gimeno-Bayón aún no ha sido oficializado. GARA
Bildu concurrirá con listas propias en más de 350 municipios. Sólo hay cuatro que han quedado expresamente excluidos por cuestiones de diferencias locales. Se trata de los de Deba, Muskiz, Etxalar y Doneztebe.
El alcalde de Gasteiz y candidato del PSE a la reelección, Patxi Lazcoz, aseguró ayer que no debe haber «problema» para que Bildu pueda presentarse a las elecciones y que no ve a sus integrantes «ni pinta de terroristas, ni de ejercer la violencia ni de hacerle los coros a ETA y sus acólitos».
En el coloquio posterior a su discurso ante el Fórum Europa- Tribuna Euskadi, Lazcoz subrayó que, «personalmente», a Bildu no le ve, «en principio, más problema, seguramente» porque conoce «a demócratas» como el concejal de Eusko Alkartasuna del Ayuntamiento de Gasteiz y compañeros suyos de partido «que van a formar parte de esa candidatura en Vitoria». «Yo no les veo ni pinta de terroristas, ni de ejercer la violencia, ni nada por el estilo», aseveró.
No lo tiene tan claro su compañero de partido y actual ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, quien ayer afirmó que, si bien no desprecia los «pasos inéditos» de la izquierda abertzale, no se debe caer en la «tentación» de creer que «todo ha terminado». En una entrevista en TVE, manifestó que «no se ha producido» una ruptura «fehaciente e irreversible» con ETA, por lo que el Gobierno español mantiene las impugnaciones contra las siglas y contra las candidaturas que puedan presentar para concurrir a las elecciones municipales y forales.
No obstante, Jáuregui remarcó que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero «tampoco mira para otro lado» en la evolución de la izquierda abertzale que, «junto con la derrota policial de ETA», tiene que ir «acompañada» de un espacio político en el que pueda «desaguar definitivamente».
Desde el PP apuestan por impugnar sin concesiones las listas de Bildu. lo mismo que UPyD. GARA