El presidente de EEUU, Barack Obama, propuso ayer un plan para el recorte del déficit que prevé reducir la deuda pública, hoy de 14,3 billones de dólares (casi 10 billones de euros), en cuatro billones en los próximos doce años, informó Efe. Con su plan buscaba refutar los argumentos de sus oponentes republicanos y contenar, al mismo tiempo, a su electorado demócrata.

En un discurso en la Universidad George Washington, afirmó que su propuesta «pone todos los gasto sobre la mesa pero protege a la clase media, a los jubilados y nuestras inversiones en el futuro».

El plan combina un recorte del gasto público, que representará tres cuartas partes del ahorro, con una reforma fiscal que, entre otras cosas, eliminaría los recortes de impuestos a los más acomodados.

«Es una propuesta que logra cerca de dos billones de dólares en recortes presupuestarios. Recortará los intereses del pago de nuestra deuda en un billón de dólares y pide una reforma fiscal para eliminar otro billón en gastos del Código Fiscal», explicó.

La propuesta exigirá que para la segunda mitad de la década la deuda se reduzca en cuanto a porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB).

Los recortes no se aplicarían en ningún caso a los programas de sanidad pública, a la Seguridad Social o a las ayudas a los más desfavorecidos.

Obama propone congelar los gastos no obligatorios en el presupuesto federal y ahorrar 770.000 millones de dólares (casi 533.000 millones de euros) en doce años. Prevé ahorrar otros 400.000 millones de dólares (unos 277 millones de euros) en las cuentas de Defensa con una subida de sus fondos por debajo de la inflación.

Además, anunció que buscará eliminar los recortes de impuestos a los más acomodados, aprobados por George W. Bush y que él prorrogó en diciembre como parte de un acuerdo con los republicanos para extender recortes fiscales a las clases medias. Ahora dice no estar dispuesto a renovarlo por segunda vez.