Tecnalia Research & Innovation ha concentrado en el Palacio Euskalduna de Bilbo setenta «productos estrella» desarrollados por sus diferentes áreas tecnológicas para ponerlas en manos de las empresas y permitirles nuevas oportunidades de negocio, al aportar nueva tecnología y poder incrementar los negocios a nivel mundial.

Durante dos jornadas, bajo la denominación «Inspiring Business», informarán a la plantilla de esta corporación tecnológica, formada por 1.500 empleados, la manera de actuar en conjunto, dado que de ocho centros tecnológicos se han refundado en sólo uno. Y, además, informarán a 500 empresas de esos 70 proyectos, algunos con patentes, para que «puedan transformar ese conocimiento en riqueza para cada negocio», como explicó su presidente, Javier Ormazabal, que compareció con el director general, Joseba Jauregizar, y el director adjunto, Iñaki San Sebastián.

Tecnalia quiere «construir una nueva cultura del hacer» con una «visión basada en el negocio», como explicó Jaureguizar. Javier Ormazabal recordó que «debemos transformar el conocimiento en valor», para lo que «debemos tener herramientas útiles», matizó Iñaki San Sebastián.

Entre ayer y hoy, el Palacio Euskalduna es un ir y venir de personal de los centros tecnológicos y de empresas con interés en los avances. Es un escaparate tecnológico, dado que se puede comprobar in situ, por ejemplo, el nuevo asfalto que permite una producción de energía eléctrica. También se puede ver de cerca la plataforma Dynacar, que se encuentra en experimentación al servicio del coche eléctrico, o el proyecto Sartre, «un novedoso sistema de conducción autónoma e inteligente de vehículos interconectados».

«Nos ponemos en la piel del cliente. Debemos conocer las necesidades de forma permanente para conseguir adecuar la tecnología, lo que nos permitirá ser flexibles para adaptarnos a los avances tecnológico y, por lo tanto, ser capaces de gestionar la capacidad de generar valor en otras empresas», dijo el director adjunto de Tecnalia, Iñaki San Sebastián. De los centros tecnológicos de Tecnalia ya han salido patentes importantes y han nacido empresas a partir de esos productos, como el de los «aviones no tripulados» o el del «robot Quatro», que es el manipulador más rápido del mundo.

En el Euskalduna también se puede observar el «Aura-Nem», un sistema de mantenimiento inteligente que permite un ahorro de costes y mejora de eficiencia. Se expone la primera tabla de surf sensorizada que permite mejorar sus puntos de fricción con el agua, otorga mayor resistencia y dureza, según indicaron. Todo ello se apoya en un robot limpiador autónomo para grandes superficies o «la tecnología de la grúa Carola», la emblemática del astillero Euskalduna sobre el que se asienta una parte del palacio de congresos bilbaino.

Entre las mejoras tecnológicas evidentes se encuentran también «el primer cerebro organizacional», una herramienta semántica de gestión de documentación; el menú virtual «On appétit», que es «una nueva manera de seleccionar los platos en los restaurantes»; o el «digital personality», que permite tener servicios personalidados en tres dimensiones en la televisión digital terrestre.

Alimentos antioxidantes

En este escaparate tecnológico, Tecnalia también muestra «varias fundiciones de una antorcha que permite controlar el plasma», pero también están presentes «alimentos funcionales con propiedades antioxidantes, que ayudan a paliar los efectos del progresivo enveje- cimiento» y, entre otros, «novedosos biomateriales para la regeneración ósea, implantes craneales para la planificación de cirugía; dispositivos para mejorar la discapacidad de las personas y teclados inalámbricos de braille para ciegos».

En el área de la energía no sólo está el asfalto especial, sino que aparecen nuevos productos y cristales para captar más energía solar; a la vez que se pueden comprobar sistemas de reducción de la contaminación «gracias al uso de las nuevas energías renovables, como un generador eólico superconductor para aplicaciones offshore».

Aprovechando el certamen de Sinaval, Tecnalia mostró en el BEC y en el Euskalduna su sistema «Gestoil», una tecnología de sencillo manejo que permite ahorrar carburante y, por otro lado, un sistema de monitorización de «las dos modalidades de pesca activas -arrastre y cerco-, mediante sensores instalados en los puntos críticos del arte de pesca. Proporcionan información en tiempo real sobre la geometría de las redes».