Los hermanos Aitor e Igor Esnaola Dorronsoro se encuentran en Madrid en dependencias de la Guardia Civil en régimen de incomunicación, después de que el martes por la madrugada fueran detenidos en Legorreta por órdenes del juez Fernando Grande-Marlaska. Podrían permanecer en esta situación hasta el sábado, si no se excede el límite de los cinco días incomunicados.

Preocupados por el «grave riesgo que corren de sufrir torturas», Torturante Aurkako Taldea, junto a representantes políticos y sindicales, se trasladó ayer al mediodía hasta la sede de la Subdelegación del Gobierno español en Gipuzkoa para exigir el levantamiento «inmediato» de la incomunicación a los dos detenidos.

Junto a la abogada de TAT Ane Ituiño, acudieron a la Subdelegación de Amara (Donostia) representantes de la izquierda abertzale, Aralar, Eusko Alkartasuna, Alternatiba, LAB, EHNE, HIRU, ESK y STEE-EILAS y del movimiento pro amnistía, además de un familiar y un amigo de los detenidos que entregaron un escrito con sus peticiones.

En declaraciones a los periodistas, Ituiño explicó que en ese escrito piden la inmediata puesta a disposición judicial de Aitor e Igor, que el periodo de incomunicación sea grabado en vídeo y audio, que puedan ser visitados por abogados y médicos de confianza, que informen a la familia sobre su estado y que apliquen el mecanismo de prevención de la tortura para garantizar que no sean sometidos a maltrato.

Como recordó Ituiño en declaraciones a GARA, en lo que va de año «se han conocido gravísimas denuncias de torturas a detenidos», casi todas ellas en operaciones dirigidas por el juez Grande-Marlaska. Como ejemplo, mencionó el caso de Beatriz Etxebarria, que relató como fue violada. «Aitor e Igor pueden estar siendo torturados en estos momentos y acudimos a la Subdelegación porque ellos son los responsables de su integridad física y síquica», indicó.

La representación de agentes políticos, sindicales y sociales solicitó poder entregar en mano el escrito al subdelegado, Pedro Luis Ríos Oyarbide, pero les dijeron que no se encontraba en el lugar; por lo tanto, registraron el comunicado en la entrada.

Encerrados sin poder salir

Durante la jornada se conocieron nuevos datos sobre las detenciones. Si en su edición de ayer, este diario adelantaba que en el registro de la vivienda de Igor habían retenido a su pareja sin poder salir de una habitación durante siete horas, ayer se conocía que dos niños de corta edad también estaban con ella y que los guardias civiles no permitieron que un familiar los sacara de la vivienda. Lo mismo ocurrió con el padre de los hermanos, que estuvo sin poder salir de una habitación del caserío Olalde durante las quince horas que duró el registro policial.

Por otra parte, ayer tarde alrededor de 300 personas secundaron una marcha que recorrió las calles de Legorreta exigiendo la puesta en libertad de Aitor e Igor. A esta cita también acudió la Ertzaintza, aunque en esta ocasión no obstaculizó la protesta. Hoy, a las 18.00, se celebrará un pleno en el Ayuntamiento para aprobar una moción que exige que «se tomen medidas para que no sean torturados».