El grupo de contacto ofrece dinero y reconocimiento a los rebeldes libios
El grupo de contacto para Libia ha ofrecido a los rebeldes un mecanismo para financiarlos y reconoció de hecho al CNT como representante legítimo. Pero la insurgencia quieren armas y más contundencia en los bombardeos contra Gadafi, puntos que dividen a la coalición.GARA |
El grupo de contacto sobre Libia decidió ayer en su reunión de Doha poner en marcha un «mecanismo financiero temporal» para ayudar al Consejo Nacional de Transición. Además, el texto de su comunicado final insiste en «la necesidad de que Gadafi abandone el poder para favorecer una salida a la crisis política que permita al pueblo libio decidir su futuro».
Estiman que el régimen de Gadafi «ha perdido toda legitimidad y debe ceder el poder, retirar sus fuerzas de las ciudades y poner inmediatamente fin a la violencia contra los civiles», así como liberar a todos los prisioneros. Una veintena de países y organizaciones, incluidas la ONU y la OTAN participaron en el encuentro del grupo de contacto para Libia, que quiere dirigir el aspecto político de la intervención internacional.
La rebelión libia estuvo representada por una delegación del Consejo Nacional de Transición (CNT), dirigida por su representante internacional Mahmoud Jibril, lo que supone un mayor reconocimiento que el otorgado en la reunión de Londres.
Su portavoz, Mahmoud Chammam, indicó a France Press que esperaban ayuda militar y protección de los civiles libios bombardeados por las fuerzas gadafistas. Pero en la reunión de Doha aparecieron también las divergencias en el seno de la coalición aliada, con Londres y París por un lado, que buscan una intervención más decidida de la OTAN, y Estados Unidos por el otro, que defiende la actuación de la Alianza, que dirige la intervención desde el 31 de marzo.
El ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, pidió que la OTAN intensifique sus esfuerzos y su homólogo francés, Alain Juppé, estimó que la Alianza no está cumpliendo su papel lo suficiente. El jefe de operaciones conjuntas de la OTAN, general Mark van Uhm, aseguró que «con los medios de que disponemos estamos haciendo un buen trabajo». Desde Washington, un portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, reafirmó que EEUU «tienen total confianza en la capacidad de la OTAN de asumir su tarea respecto a hacer respetar el embargo de armas y la protección de civiles en Libia».
División sobre las armas
Por otro lado, Italia apuntó la opción de armar a los rebeldes libios, mientras Bélgica excluyó esa posibilidad. El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Maurizio Massari, aseguró que la resoluciòn de la ONU no lo prohíbe y que la insurgencia de Bengasi «son gente responsable». En cambio, su homólogo belga, Steven Vanackere, replicó que «las resoluciones de la ONU prevén proteger a la población civil, no armarla».
La controversia tiene lugar mientras en el terreno bélico la situación se ha estancado, algo que preocupa a algunos miembros de la coalición, sobre todo si no pueden usar la fuerza para quitar a Gadafi del poder.
El ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, indicó que el grupo de contacto sobre Libia busca un alto el fuego con la condición de la retirada de tropas de Gadafi «de las ciudades que ha invadido», aunque sin especificar cuáles son las que considera invadidas, y el regreso a los cuarteles. Añadió que el grupo decidió mantener una «presión militar fuerte» sobre Gadafi, que «no está legitimado para ejercer el poder» aunque no aclaró «si su salida del poder debe ser anterior a la apertura de un proceso de negociación» y dijo que ese punto debe estudiarse. El Comité Nacional de Transición (CNT) demanda la salida de Gadafi como condición previa a cualquier acuerdo. El CNT pidió también la liberación de casi 30.000 millones de euros pertenecientes al banco central libio, congelados en Estados Unidos, en virtud de las sanciones contra Gadafi. Pero el uso de ese fondo depende del reconocimiento general del CNT como interlocutor legítimo, algo que hasta ahora sólo han hecho el Estado francés, Italia y Catar. Los rebeldes esperan sobre todo que EEUU dé el paso. Los fondos también pueden ser abonados por países del Golfo, según apuntó el ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague. GARA
«Queremos alguna especie de programa petróleo por alimentos como en Irak, como un fondo que desviaría parte del dinero de la congelación de bienes a los rebeldes», explicó el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Maurizio Massari.