El triunfo, lo mejor de una tarde muy tensa
Griezmann y la fortuna ponen fin a la racha más negativa
El de Macon marcó los goles de la victoria realista ayudado por un resbalón de un defensa en el primero y una carambola en el segundo. Un público ejemplar respondió tras el empate de De las Cuevas.
SPORTING DE GIJÓN 1
Dos goles de Griezmann, con la ayuda de la fortuna, pusieron fin ayer a la racha de un punto en los últimos siete partidos en una tarde angustiosa en la que toda la familia realista sufrió unida para lograr una victoria que acerca el objetivo de la permanencia y permite dar continuidad al proyecto liderado por Martín Lasarte.
El técnico uruguayo ha repetido hasta la saciedad que en momentos como el que llevó ayer a la Real a una tarde de alta tensión la experiencia es un grado, pero la realidad volvió a demostrarle lo contrario. Mientras la mayor parte de los jugadores realistas seguían bloqueados por su desconfianza y por la mochila de la responsabilidad, el más joven del equipo fue el único junto a los recién llegados Demidov e Ifrán y el siempre tranquilo Bravo que respondió con nota a lo que exigía el partido.
Mientras sus compañeros reculaban sin dar un paso adelante, Griezmann siempre lo dio. Fue el mejor y no sólo por sus dos goles. En los últimos minutos en los que su equipo no sabía defender la ventaja, fue el único que presionó para recuperar un par de balones que dieron oxígeno a su equipo, el único que tuvo la lucidez de hacer una falta táctica.
Y fue el que en los momentos claves acertó con los goles. Griezmann volvió a demostrar que el desparpajo y la frescura de unos jóvenes que no piensan en el sentido de responsabilidad que tiene atenazados a sus compañeros es mucho más importante que la experiencia para salir de una crisis tan duradera.
Así se adelantó a la defensa sportinguista, con la suerte de que su marcador se resbaló, en la acción que mejor domina para adelantar a su equipo y también la fortuna le acompañó en el segundo gol en un remate muy difícil porque el balón se le quedó atrás. Por eso le pegó mal, pero el esférico golpeó en dos defensas y confirmó que este chaval ha traído la suerte que se merece y necesita la Real.
Su aterrizaje en Donostia tras ser descartado por el fútbol francés ya fue un golpe de fortuna, como lo fue el año pasado cuando en su primer partido oficial como titular marcó el gol que dio a la Real una victoria en el primer momento crítico del proyecto de Lasarte, con el equipo en el undécimo puesto y muchas dudas a su alrededor.
Dos goles que cambian todo
No era mejor la situación ayer. Si Griezmann no llega a marcar los dos goles y la Real pierde, que es el resultado más acorde a los méritos que hicieron los dos equipos, el Consejo estaría hoy en la encrucijada de destituir a Lasarte y de iniciar otro proyecto y de rendir cuentas por permitir que millares de sportinguistas, bastantes más que los 3.000 anunciados, adquirieran vía internet la mayoría de las entradas que se ponían a la venta. Gracias a Griezmann, la Real tiene 38 puntos, Lasarte puede seguir en su puesto sin alterar el proyecto iniciado hace un año y en las arcas realistas entraron 116.000 euros que vienen tan bién como los que se han dejado en plena crisis los asturianos en la hostelería guipuzcoana.
Porque los dos goles de Griezmann, los tres puntos y los euros que dejaron los sportinguistas fueron todo lo bueno que se puede rescatar del partido de ayer junto con la actitud y la unidad de jugadores y público. Una unidad que se reflejó durante la semana en la comida de Gaztelubide y antes del partido en la piña que Balbi organizó entre todos los técnicos y jugadores al estilo del año pasado.
También la afición intentó entonar el «Goazen Erreala» y animar a su equipo cuando el pánico que trasmitía su equipo se lo permitía, pero lo cierto es que sólo con eso no bastaba para ganar. Necesitó de Griezmann para marcar en su primera jugada del partido en la mejor, y casi la única, gota de calidad de Xabi Prieto, de la fortuna y de un paradón de Bravo a remate de Barral antes del descanso. También necesitó que De las Cuevas estuviera poco listo y se metiera en fuera de juego cuando una pérdida de Rivas propició una contra clara que no terminó en gol de milagro. No fue la única. E Illarramendi en el banco...
La Real tenía una actitud distinta a la de los dos últimos partidos, pero estaba igual de atenazada y su partido fue malo. Ni tan siquiera la ventaja le dio la tranquilidad necesaria. Labaka, víctima de una primera tarjeta injusta, estuvo a punto de ser expulsado y tuvo que ser sustituido en el descanso. Luego Carlos Martínez y Rivas no presionaron como debían en la jugada del empate y se temió lo peor.
Fue entonces cuando más ayudó el ejemplar público de Anoeta, que respondió una vez más al SOS de su equipo y le ayudó a solventar el momento crítico por mediación de Griezmann. Primero dio un gran centro que Tamudo cabeceó para obligar a Juan Pablo a una buena parada y después marcó el 2-1 antes de sacarse la foto del día con un guardia se seguridad. Y es que mientras sus compañeros estaban bloqueados por lo que suponía un mal resultado, él sólo se preocupa de cómo celebrar sus goles. Todavía pudo marcar un tercero, pero no entró y, a partir de ahí, tocó sufrir.
Pero ése es el sino de este club. No hay objetivos sin sufrimientos. Lo importante es que se ganó y cabe esperar que el triunfo libere al equipo de la presión que le ha atenazado en los últimos partidos y consiga en San Mamés la victoria que casi aseguraría la permanencia.
La Real está undécima a efectos reales -por el average con Sporting y Deportivo- y aventaja en cinco puntos a Zaragoza -hoy toda la Real animará al Villarreal- y Málaga, que marcan la barrera de la permanencia a falta de 18. Una victoria puede bastar, pero hay que lograrla cuanto antes para que Anoeta no vuelva a vivir una tarde de angustia como la de ayer.
Martín Lasarte destacó tras el partido que «estoy muy contento por ganar y porque tras recibir el gol el equipo fue capaz de reaccionar. Más allá de la forma, lo más importante era ganar y romper la racha más negativa. En Santander en el segundo tiempo jugamos mucho mejor y el equipo mereció más. Hoy con menos fútbol tuvimos más premio».
Sobre su relación esta semana con el Consejo dijo que «no me he sentido ni más ni menos arropado. Mi pensamiento era ganar al Sporting, no me importa el futuro de Lasarte, sino el futuro de la Real y de este grupo de muchachos que han hecho un gran esfuerzo para colocar a la Real donde está ahora y para que hoy esté más cerca de conseguir su objetivo».
Destacó que «quedan seis partidos y muchos equipos estamos en pocos puntos. Todos hacemos cuentas y son distintas. Con lo que hicimos no alcanza, pero ponemos distancia con equipos que ahora tienen que hacer mucho y hay dos que están a una diferencia importante. Ahora hay que sacar algo más».
Manolo Preciado, técnico del Sporting, elogió el ambiente entre las aficiones, y declaró que «la Real y el Sporting han dado un hermoso espectáculo, la gente también. Ha sido un partido de esencia pura, me ha encantado. Había 22 tíos en el campo jugándose tres puntos al límite y la fortuna le ha sonreído a la Real como podía sonreirnos a nosotros, pero los dos hemos peleado el partido desde el hotel hasta el final. No tengo ninguna duda de que Real y Sporting nos veremos el año que viene en Primera». J.I.
Antoine Griezmann fue el protagonista tras sus dos goles, aunque quiso restar méritos a su actuación: «Tampoco he hecho el partido perfecto, porque perdí balones donde no debía perderlos e intenté cosas que no me salieron, pero vinieron dos goles que pueden llevar a pensar que fue el partido perfecto».
Calificó el encuentro como «muy intenso, con mucha velocidad. El que tenía el balón iba a atacar y vino nuestro primer gol y nos pusimos más atrás. Luego llegó el empate y había que sacar lo tres puntos, el público nos ha ayudado mucho y lo hemos dado todo para meter el segundo gol».
Preguntado por Griezmann, Lasarte señaló que «en una conferencia de prensa en la segunda semana de Liga hablé de la importancia de este chico y alguno se rió. Esta tarde fue protagonista no sólo por los goles, también por cómo trabajo. A los jugadores no se les puede medir por la edad, hay gente con 23-24 años menos madura que otros de 19 ó 20. Me alegro por él y por la Real, que tiene para el futuro un jugador muy joven que puede resolver situaciones como ésta».
Preguntado por estas declaraciones de su técnico, Griezmann manifestó que «para mí Martín es muy importante porque me ayuda. Siempre ha confiado en mí, cada partido lo demuestra. Él me da y yo tengo que dar algo y estoy aquí para ayudar al equipo».
Preguntado por la autoría del segundo gol dijo que «para mí es mi gol y por eso lo celebré con el guardia de seguridad, que estaba flipando». Dijo que «soy un jugador al que le gusta celebrar los goles, pero no la tenía pensada. Me salió así». J.I.
