Occidente enviará militares a suelo libio para ayudar a los rebeldes
Los gobiernos de Gran Bretaña, Estado francés han anunciado que enviarán varios instructores militares, cuyo objetivo es «ayudar a los alzados contra el Gadafi en Libia». Sin dar muchos detalles, precisaron que se limitarán a darles «consejos» de diversa índole «para proteger a los civiles». Occidente responde de esta manera a la petición de ayuda realizada por los rebeldes del Consejo Nacional de Transición.
GARA | TRÍPOLI
Los países más implicados en la intervención de la OTAN en el conflicto libio respondieron ayer al llamamiento realizado la víspera por los rebeldes, y anunciaron que enviarán oficiales militares para llevar a cabo labores de entrenamiento.
Por primera vez desde el inicio del empantanado conflicto, y basándose en principios «humanitarios», los opositores al régimen de Muamar al-Gadafi solicitaron el martes por la noche la intervención por tierra de soldados franceses y británicos.
Ayer mismo, el responsable de Relaciones Internacionales del Consejo Nacional de Transición (CNT) libio, Ali al-Issaui, señaló que la población civil opuesta al régimen gadafista necesita armamento porque «los bombardeos no bastarán».
«Si la resolución 1.973 del Consejo de Seguridad de la ONU estuviera de verdad en marcha y la población civil protegida, no habría necesidad de fuerzas, el pueblo libio puede defenderse», aseguró.
Al-Issaui aseguró, según recogió la agencia Efe, que «todas las posibilidades están abiertas» para «proteger a la población civil», aunque por el momento no consideró necesaria la llegada de tropas internacionales.
Apuntó que, de proseguir los bombardeos por parte de las fuerzas leales al coronel libio, el pueblo alzado contra el régimen se verá obligado a «levantarse, organizarse, construir un Ejército» para defenderse.
En esa óptica se sitúa el envío de personal militar por parte del Estado francés, Gran Bretaña e Italia, según Al-Issaui, quien aplaudió la decisión.
El Gobierno francés, a través de su portavoz, François Baroin, explicó que «habrá un pequeño número de oficiales de enlace, unas unidades, en el Consejo Nacional de Transición para efectuar una misión de enlace para organizar la protección de la población civil».
El Ministerio galo de Exteriores precisó que el objetivo es ofrecer a los rebeldes «consejos de orden esencialmente técnico, logístico y organizativo para ayudar a reforzar la protección de la población civil y mejorar la distribución de ayuda humanitaria y médica». Estas declaraciones fueron realizadas después del encuentro mantenido por el mandatario francés, Nicolas Sarkozy, y el presidente del CNT, Mustafa Abdeljalil, en la que ambos buscaron cómo reforzar el bando opositor.
Londres y Roma se suman
Apenas unas horas después, los gobiernos de Italia y de Gran Bretaña ponían a disposición del CNT diez «instructores militares» cada uno.
«Es pronto para dar detalles. Lo importante es que nuestros dos países compartan la necesidad de adiestrar a los insurgentes, jóvenes deseosos de batirse por una causa que consideran imprescindible, pero que no tienen la necesaria preparación militar», señaló Ignazio La Russa, ministro de Defensa italiano, al término de una reunión en Roma con su homólogo británico, Liam Fox.
Entretanto, el régimen de Gadafi hace malabares entre el palo y la zanahoria.
Por un lado, el canciller libio, Abdelati Laabidi, dijo que «estimamos que toda presencia militar representa un paso atrás y estamos seguros de que si los bombardeos (aliados) terminaran, podríamos tener un diálogo sobre todo lo que los libios desean: democracia, reformas políticas, elecciones...».
Frente a esta postura, el hijo del coronel Seif al-Islam Gadafi dijo sentirse seguro de que «vamos a vencer» y apuntó que la nueva Carta Magna para el país estaría lista para cuando hayan derrotado a los rebeldes.
Al menos dos fotógrafos, uno británico y otro estadounidense, perdieron la vida en un ataque de mortero en la ciudad de Misrata. Otras fuentes citaron únicamente un muerto.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, tildó de crímenes de lesa humanidad el presunto uso reiterado de bombas de racimo y armamento pesado por las fuerzas del Gobierno de Libia contra médicos y civiles de la sitiada de Misrata.
El presidente del Consejo Nacional de Transición (CNT) libio, Mustafa Abdeljalil, afirmó ayer que las tropas rebeldes han recibido armas «de algunos amigos», pero las consideró «insuficientes» para contrarrestar a las tropas leales a Muamar al-Gadafi.
«Los rebeldes avanzan poco a poco, les faltan armas, han tenido unas pocas con el apoyo de los aliados, a quienes agradecemos los esfuerzos para apoyar la revolución con bombardeos fuertes contra las fuerzas de Gadafi», aseguró Abdeljalil a la cadena France 24.
Agregó que las armas recibidas «no son suficientes» y, sobre su procedencia indicó que «algunas son compradas con dinero libio y otras proceden de amigos», aunque se negó a precisar cuáles son los países que se las han proporcionado.
«Los rebeldes, si tuviéramos armas, avanzaríamos muy rápidamente, tenemos la valentía, pero nos faltan las armas», reiteró, durante su visita oficial a París.
El líder de los rebeldes señaló que no cierran la puerta a ninguna solución al enfangado conflicto, «ni política ni militar», aunque indicó que todas ellas pasan por la salida del coronel Gadafi. GARA