SAN ANTONIO | Ida de las semifinales de la Recopa
Un nivel de torneo que demanda retomar la tensión
Los albiazules tendrán que volver a ponerse las pilas tras caer en casa frente al Torrevieja si quieren superar al Tremblay francés y acceder a la gran final.
Natxo MATXIN
Sin tiempo para digerir la inesperada y amarga derrota ante el Torrevieja, el San Antonio tiene en mente borrar la mancha liguera firmando un partido ante el Tremblay -Universitario, mañana, 18.30- que deje encarrilada la ida de las semifinales de la Recopa. De este modo, los albiazules volverían a plantarse en una nueva final europea, algo que no ocurre desde que en la 2005/06 la escuadra navarra perdiese la Champions ante el Ciudad Real.
Por la importancia del envite, se espera que los antonianos le pongan más actitud e intensidad que la que se vio el miércoles ante los alicantinos, aunque lo uno sea consecuencia de lo otro. «No podemos repetir el desastre del otro día y debemos encarar este choque como hombres y no niñitos», explicó un enfadado Juanto Apezetxea, que quiso dar así un toque de atención a sus pupilos ante la trascendencia de lo que hay en juego mañana.
Al igual que en la competición doméstica, el San Antonio ha superado con creces las expectativas iniciales que se habían puesto sobre su continuidad en el torneo continental pero, llegados a este punto, todo el mundo quiere más. «Es un premio muy bonito haber llegado hasta aquí y no queremos dejar pasar la ocasión», aseguró el técnico albiazul.
El Tremblay, correoso
Una vez en semifinales, la exigencia ya se torna máxima y el rival que tendrá enfrente el conjunto navarro no es precisamente de los más idóneos para su estilo de juego. «Va a ser un partido muy complicado porque ellos son correosos y muy duros en defensa, no nos van demasiado. Practican el típico balonmano francés, muy rocoso, con una defensa 5-1, todos sus puestos están bien cubiertos y tienen dos jugadores que ahora están de moda, como son los extremos izquierdos Sébastien Ostertag y Arnaud Bingo», analizó el preparador navarro.
Curiosamente, al igual que el San Antonio, el Tremblay ocupa la séptima posición en su campeonato liguero y, del mismo modo que los albiazules, perdieron en su último encuentro, aunque por un margen mucho mayor, ya que cayó con holgura frente al Saint Cyr por 28-18.
Con tanta igualdad, Apezetxea destacó que los suyos afrontan el primer asalto para pasar a la gran final «con la máxima ilusión» y con el deseo de que el equipo esté «a un buen nivel». «Tenemos que madurar y ser más duros de cabeza, aunque nos pesa ser una plantilla corta», añadió el míster antoniano, quien hubiera preferido jugar la vuelta en casa, pero que irá «con la idea de ganar los dos partidos».
El Arrate tiene la posibilidad de poner tierra de por medio con respecto al descenso si consigue salir airoso de su visita al Guadalajara -Pabellón Multiusos, mañana, 18.00- tras la ajustada derrota del Toledo en su visita al CAI Zaragoza.
No será tarea fácil, en cualquier caso, porque los castellanos se encuentran inmersos en una buena racha que les ha llevado a encadenar dos triunfos consecutivos, el último de ellos en la pista del Torrevieja.
Con ello, los anfitriones sólo necesitan un punto para certificar su permanencia en Asobal, por lo que el encuentro se aventura como muy intenso por ambas partes.
N.M.
Lucau entrará en la convocatoria, aunque aguardará en el banquillo. El guardameta albiazul parece que sufre una microrrotura en la zona interna del muslo.
El preparador albiazul, Juanto Apezetxea, se mostró muy crítico con sus hombres por la última derrota frente al Torrevieja. «No somos todavía un equipo con las suficientes tablas», censuró.